Cuando el pasado 12 de enero el pequeño Mateo Román, un niño de 10 años ingresó con coronavirus en el Hospital de Alcázar de San Juan, Ciudad Real, sus síntomas eran leves, pero empeoró y le tuvieron que ingresar en UCI. Allí ha pasado once de los 17 días que ha estado ingresado. Este viernes ha recibido el alta entre los aplausos de los sanitarios que han cuidado de él estas dos semanas.
"Muchísimas gracias a todos los que me han dado fuerzas, les quiero mucho", ha dicho Mateo a su salida a modo de agradecimiento poco antes de salir del hospital donde ha pasado las últimas semanas.
De los once días que estuvo en la UCI, seis necesitó de un respirador. Ahora ha superado la enfermedad, y tanto él como su familia respiran algo más tranquilos. "Han sido momentos duros, pero ahora contentos y esperando que Mateo se vaya recuperando como hasta ahora", ha señalado a TVE su padre, Javier Román.
Para el equipo del hospital La Mancha Centro de Alcázar de San Juan el caso de Mateo ha sido un reto porque es el primer niño que han atendido tanto tiempo en la unidad de cuidados intensivos con síntomas graves por coronavirus. "Ha tenido un comportamiento tanto analítico como radiológico igual que un adulto", destaca Ana Muñoz, enfermera del hospital.
Todo el personal del hospital están muy agradecidos al pequeño Mateo en esta historia con final feliz. "A mí es un niño que me ha robado el corazón por su lucha, por su forma de ser. Se va a llevar con él un cacho del corazón de todo el equipo", ha dicho Jesús Ledesma, enfermero, pero advierte de que esta historia debe servir para "Concienciar de que nadie estamos libres de acabar en una cama de UCI, independientemente de la edad que tengas".