2020 será recordado como el año en el que la ficción superó a la realidad, aunque no doblegó al cine. La nueva edición de los Premios Goya dejará muchas imágenes inéditas y la posibilidad de que Adú, una historia cruda sobre el drama de la inmigración, se corone como la cinta de referencia del período en el que las salas colgaron un obligado cartel de cerrado.
“Una de las cosas que más me gusta de la película es demostrar que se puede hacer cine social y comprometido, y que la gente lo vea”, subraya Salvador Calvo, su director y defensor de eliminar barreras sobre estos conceptos que, a priori, pueden sonar poco comerciales.
La película 'Adu' recoge el drama de la inmigración
El documental y su peso en la gala
No será Adú la única cinta que aborde la fiereza de la crisis migratoria, también lo hará en el apartado documental Cartas mojadas. Esta cinta de no ficción intentará llevarse el Goya de su categoría demostrando que esta edición prestará especial atención, con una mirada empática, a este asunto. “El hecho de que haya una ficción y un documental nominados (que pongan el acento sobre la inmigración) es una buena noticia. Hay una sensibilidad”, asegura la directora del documental, Paula Palacios, que incide, además, en el peso del documental como vehículo de nuevos formatos.
Los nominados a los Goya celebran su candidatura
En esa misma línea, Luis López Carrasco, director de otra obra de no ficción, El año del descubrimiento (nominada en dos categorías) ha celebrado que estos proyectos cobren relevancia y, como en su caso, superen las barreras de la propia categoría. “El cine o es plural o no es, y las instituciones y la Academia deben representar la pluralidad de estas propuestas. Lo coherente es que el cine documental y el de animación entraran en más categorías”, afirma Carrasco.
“La candidatura de mejor película engloba a todo el equipo”
Con nueve nominaciones, Las niñas, ópera prima de Pilar Palomero, promete poner las cosas muy difíciles al jurado en esta edición. Palomero, satisfecha con las candidaturas, asegura que la de mejor película “engloba el trabajo de todo el equipo” incluyendo, por supuesto, a Andrea Fandos, su protagonista, que no ha podido recibir nominación al impedirlo las bases de los premios.
Imagen de 'Las niñas', opera prima de Pilar Palomero Jorge Fuembuena
“Es una niña, tiene muchos años por delante y talento ya hemos visto que tiene”, destaca la directora, quien también ha agradecido el apoyo del público: “Me ha llamado la atención la cantidad de Celias [nombre de la protagonista] que hay. Ha sido una de las partes más emocionantes junto al entusiasmo que nos han mostrado y el mensaje de que nuestra película ha sido la primera para ver tras el confinamiento”, asevera.
Trueba, la pandemia y la elegancia de Botto
Entre las curiosidades de esta edición se encuentra la candidatura de El olvido que seremos. La cinta colombiana, que competirá en la categoría de mejor película iberoamericana, dejará a Fernando Trueba como una especie de representante en el exilio, “aunque es una producción 100% colombiana”, presume el reconocido cineasta. Trueba, que cumple años este mismo 18, no pone fechas a su estreno en España: “No se pueden hacer planes con muchísima antelación, no hay prisa, “dice.
Con cierta resignación, el director madrileño asegura que la paciencia es la única arma a la que puede aferrarse en estos tiempos en los que la crisis sanitaria marca el desarrollo de los acontemientos. “Después del Cannes que nunca existió, hemos ido cerrando festivales. Hemos sido la película de clausura en certámenes y, en muchas de esas ciudades, al día siguiente de la proyección se cerraba la ciudad”, bromea.
Frente a su resiliencia, la perseverancia también de otro clásico de nuestro cine, Juan Diego Botto. Nominado por sexta ocasión, esta vez por su papel en Los europeos, el actor no pierde la sonrisa al asegurar que “es un privilegio estar nominado cinco veces o las que sean. Soy un muy buen nominado y bastante mal ganador, pero para todo hay una primera vez", señala.
Tras la lectura de nominaciones de este lunes, todos los candidatos ya están en la parrilla de salida. Ahora toca esperar al 6 de marzo para vivir la 35 edición de los Premios Goya. Una gala “distinta y responsable respetando el momento excepcional que vivimos”, tal y como afirma el director de la Academia de Cine, Mariano Barroso, pero que, de alguna manera, nos devolverá la normalidad que el coronavirus nos ha arrebatado.