El Parque de la Naturaleza de Cabárceno ha logrado un nuevo hito en la reproducción del elefante africano en cautividad. Ha nacido la primera cría de tercera generación que ve la luz en el parque cántabro. Su madre es Cristina, la primera elefanta de Europa criada a biberón por los cuidadores, y su abuela Kira, también nació aquí. En sus 30 años de historia, el parque ha acogido el nacimiento de 22 elefantes africanos, lo que le ha convertido en una referencia a nivel mundial.
Tras un período de gestación de 20 meses y 18 días, el pequeño paquidermo nació el pasado viernes a las 4,30 horas. Se puso en pie a la hora de nacer, y a las 9,30 horas ya caminaba con fluidez. Su madre, Cristina, tiene 14 años y su padre Jums, de 43 años, llegó a Cabárceno en 2015 procedente del zoo de Howletts (Reino Unido).
“Al principio, a la madre no la vimos con la actitud que debería. El personal ya tiene una amplia experiencia y se da cuenta de estos detalles” señala Santiago Borragán, veterinario jefe del Parque de la Naturaleza de Cabárceno. “Hicimos cambios sobre la marcha y hemos ido adaptando el manejo a esa falta de instinto maternal. Han pasado unos días y todo va bien, la cría está consolidada. Además, estamos teniendo muy buen tiempo, que es algo fundamental para un bebé, ya que le permite salir al exterior con su madre. Estamos contentos”, apostilla.
Una elefanta muy especial
Este nacimiento supone un triple hito. Además de seguir confirmando a Cabárceno como el parque donde más elefantes africanos han nacido en cautividad en el mundo, y de ser la primera cría de tercera generación -abuela y madre han nacido también en la instalación cántabra- el nuevo paquidermo es hijo de Cristina. Fue la primera elefanta criada a biberón en Europa, lo cual hizo que desarrollara un vínculo muy especial con los cuidadores y personal técnico del parque, que se encuentran muy satisfechos por el alumbramiento.
“Hemos ido adaptando el manejo a la falta de instinto maternal, han pasado unos días y todo va bien“
Cristina, pese a ser madre primeriza y una de las hembras más especiales de la manada de Cabárceno, está demostrando un comportamiento ejemplar y está amamantando a su cría con la ayuda de los cuidadores en estos primeros días. Por ser criada a biberón, su integración en la manada sea escasa, algo que puede repercurtir en la crianza del recién nacido, que habitualmente es atendido por tías y hermanas mayores. Su ausencia, por tanto, puede suponer una sobrecarga para la madre
“Va a tener algo parecido a una depresión postparto, porque hastas ahora Cristina era un alma libre, que deambulaba a su antojo por todo el recinto, y ahora va a tener una cría que precisará su atención las 24 horas del día, lo cual le va a producir un estrés físico y sicológico”, señala el veterinario jefe del Parque de Cabárcenio, Sabntiago Borragán. De momento, veterinarios y cuidadores trabajan en incrementar el vínculo materno-filial lo más posible, y pasado un tiempo sacarán a ambos a la pradera donde convive el resto, para intentar que se produzca una integración plena del nuevo habitante del parque.
Un recinto de 25 hectáreas
Con el nacimiento del nuevo ejemplar, la instalación cántabra cuenta en la actualidad con 20 elefantes. De éstos, tres son machos adultos, dos son machos jóvenes, 10 hembras adultas y cinco ejemplares subadultos, tres hembras y dos machos. La familia de paquidermos vive en una de las mejores y mayores instalaciones que hay en cautividad en el mundo. Tiene 25 hectáreas y está integrado por un gran espacio natural, en el que también hay un establo de más de 1.000 m2 y una piscina con capacidad para más de cinco millones de litros de agua.
El equipo veterinario del parque ha puesto a punto una técnica analítica que ha posibilitado el conocimiento exacto del ciclo sexual de la hembra de elefante africano por métodos no invasivos, a partir de muestras de heces y orina. También se han desarrollado en la instalación cántabra dos proyectos relacionados con el comportamiento del macho, verificando por métodos no invasivos sus perfiles hormonales y estudiando, de esta forma, el motivo de la gran agresividad que muestran los machos de elefante en determinadas épocas del año.