Llevan 26 días sin luz y sin agua. Youssef y otros siete compañeros duermen sobre cartones, en un cuarto abandonado que da a una playa de Las Palmas.
"Ahora viene mucho frío, qué vamos a hacer. Y no ha venido nadie para ayudar a nosotros", se lamenta Youssef Saad, quien llegó hace un mes a Gran Canaria.
“Hay gente que perdió la cabeza y se arrojó al mar“
Al tercer intento logró alcanzar Canarias en patera. Un viaje marcado por la tragedia. A bordo iban 27 magrebíes. A los tres días de zarpar de Dakhla, les falló un motor. Estuvieron quince días a la deriva. Sin agua ni comida.
"Hay gente que perdió la cabeza y se arrojó al mar", recuerda Youssef. 17 personas perdieron la vida durante la travesía. "El que se moría lo limpiábamos, lo rezábamos y lo tirábamos al agua".
Volver a Marruecos no es una opción
Se salvó, dice, porque leyó el Corán. Estuvo 23 días en Arguineguín, donde había 2.600 personas. La Policía lo desalojó con otros 240 magrebíes . Y acabó en Las Palmas.
"Yo solo lo he encontrado aquí en la calle y estoy durmiendo aquí y ha dicho te vienes que te duermes conmigo y ya está", cuenta Ammar, que vive con Youssef.
Él solo piensa en buscar trabajo para ayudar a su madre y a su hermano pequeño. "Esperamos que Dios nos ayude a nosotros y encuentre un trabajo qué mejor que aquí".
A pesar de lo que ha sufrido, volver a Marruecos no es una opción. Youssef tiene una idea fija en la cabeza: comenzar una nueva vida en Europa.