Noticias
Coronavirus

Europa no supo hacer frente a la pandemia y actuó cuando ya existía transmisión comunitaria, según la OCDE

RTVE. es
6 min.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) cree que Europa no ha sabido hacer frente a la pandemia de coronavirus, como se ha hecho en otros países como Corea del Sur o Nueva Zelanda. La organización internacional ha asegurado que los países europeos afectados por el primer brote actuaron cuando ya existía transmisión comunitaria.

Así lo ha certificado en un informe sobre el estado de la Sanidad en Europa publicado este jueves, en el que ha analizado las respuestas a la emergencia sanitaria y otras cuestiones como la incidencia de la obesidad, el tabaquismo o la contaminación en la salud pública y la economía europeas.

Ya existía transmisión comunitaria

La OCDE ha insistido en la importancia de una rápida aplicación de medidas para frenar los contagios y minimizar el impacto económico. A ese respecto, ha apuntado que los países que fueron golpeados primero por la epidemia aplicaron estrategias de mitigación y contención en un momento en el que ya existía transmisión comunitaria.

Por ejemplo, se cerraron los espacios públicos menos de diez días antes de que el país alcanzara el umbral de diez muertes por millón de habitantes en Italia (un día), España (cuatro días), Francia (siete días), Bélgica (siete días) y el Reino Unido (diez días).

En cambio, Hungría, Lituania, Polonia, Letonia y la República Eslovaca pudieron aplicar medidas antes de alcanzar esas cifras. "El hecho de haber podido aprender de las experiencias de los países afectados por primera vez por el COVID-19 parece haber ayudado a esos países a controlar el primer brote de la pandemia", ha señalado.

No ha sabido hacerlo como Corea del Sur y Nueva Zelanda

Así y todo, el organismo internacional considera que en su conjunto Europa no ha sido capaz de frenar la pandemia y su consecuente crisis económica de forma similar a otros países como Corea del Sur, ejemplo de "medidas rápidas, eficaces y selectivas para evitar los cierres totales", y Nueva Zelanda.

Si bien, la OCDE ha apuntado que algunos países europeos como Finlandia, Noruega y Estonia han podido contener mejor la propagación del virus y mitigar las consecuencias económicas, "en parte debido a factores geográficos (menor densidad de población), pero también debido a la rápida aplicación de medidas de contención selectivas y a un alto nivel de confianza y respeto de las poblaciones de esos países por las recomendaciones de las autoridades públicas".

España, entre los más golpeados pese a las medidas

La OCDE ha situado a España entre los países europeos más golpeados por el coronavirus, tanto sanitaria como económicamente, pese a la capacidad de aumentar los test de detección y las medidas de confinamiento al comienzo de la pandemia.

De acuerdo con el documento, España se encuentra en el grupo de los países europeos que más test de coronavirus realizaron entre febrero y junio: en torno a 225 pruebas por cada 100.000 habitantes, por detrás Dinamarca, Suecia, Holanda y Lituania. A todos ellos, no obstante, les superó Alemania, que registró 434 pruebas por cada 100.000 habitantes, casi el doble. En el otro extremo del espectro, algunos países comunicaron cifras mucho más bajas, en particular Bulgaria, Croacia, Hungría, Rumania, Suiza y Francia, con menos de 50 pruebas por cada 100.000 personas.

Además, según el informe, entre el primer y el segundo mes después de alcanzar los diez muertos por millón de habitantes, nueve países entre los que se encuentra España (junto Bélgica, Dinamarca, Irlanda, Italia, Portugal, Rumania, Suecia y el Reino Unido), lograron por lo menos duplicar el número acumulado de pruebas por habitante.

La OCDE ha destacado también los anuncios de ampliación del gasto en Sanidad que han realizado los países europeos en respuesta a la COVID-19, siendo España el cuarto país con el mayor desembolso anunciado per cápita por detrás de Irlanda, Alemania y Reino Unido.

Una respuesta tardía para las residencias

La organización internacional ha destacado en su informe la elevada mortalidad del virus en la población mayor y con enfermedades crónicas. En casi todos los países, por lo menos el 90% de las muertes debidas al COVID-19 se produjeron entre personas de 60 años o más, y en muchos de los estados, casi la mitad o más de los fallecidos vivían en residencias, según ha apuntado.

Y es que en Francia, Italia, España y el Reino Unido (Inglaterra y Gales), hubo un desfase de al menos dos meses entre los primeros casos de COVID-19 notificados y la publicación de directrices sobre la prevención de contagios en las instituciones de cuidado para mayores y dependientes.

Según los datos que recoge la OCDE, las tasas de mortalidad entre las personas a partir de 60 años fueron de más de 3.000 muertes por millón de habitantes en Reino Unido y Bélgica, y de más de 1.000 muertes por millón habitantes en Irlanda, Suecia, Italia, España, Francia y los Países Bajos.

Las personas pobres y vulnerables, víctimas más probables

Las personas con menos ingresos y que viven en zonas más desfavorecidas, así como las minorías étnicas, se han visto afectadas por la COVID-19 "de manera desproporcionada", según la OCDE.

Esta tendencia se ha podido apreciar también en España, donde según un estudio los habitantes de los barrios más pobres de Barcelona tenían de seis a siete probabilidades más de contagiarse del virus que aquellos de zonas ricas.

Más inversión y prevención

El organismo, con sede en París, ha enfatizado la consideración de la sanidad como una inversión que, no obstante, hasta ahora no se ha enfocado hacia “prevenir”, sino a “curar”.

La pandemia ha supuesto una prueba para los sistemas de salud europeos y ha revelado sus diferencias. Si atendemos a la tasa de camas y Unidades de Cuidados Intensivos por cada 1.000 habitantes, la capacidad de los hospitales españoles estaba ya a la cola de la Unión Europea antes de la crisis de la COVID-19, según la comparativa que se establece en el informe.

Por otro lado, la OCDE espera que a raíz de la pandemia se agudicen problemas de los sistemas europeos como las listas de espera para cirugías, los retrasos en tratamientos oncológicos o la desatención a la salud mental.

Asimismo, ha alertado de otros factores de riesgo importantes para la salud pública como el tabaquismo, la obesidad y la contaminación, con importantes efectos en la mortalidad europea y, por lo tanto, también en la economía.

Noticias

Televisión

Radio

Deportes

Infantil

A la Carta

Playz