La propuesta de Madrid y de Cataluña de permitir a las farmacias hacer test rápidos de antígenos para detectar casos de coronavirus ha sido bien acogida entre los profesionales del sector, aunque algunos expertos alertan de su escasa utilidad si no hay una coordinación con el sistema de vigilancia y un posterior rastreo de casos.
Los sanitarios están divididos ante esta idea. Por un lado, los colegios de farmacéuticos se muestran partidarios, ya que serviría para descongestionar una asistencia sanitaria colapsada por la pandemia. "Es una idea fenomenal, la llevamos pidiendo desde agosto", asegura a RTVE.es Luis J. González, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid (COFM).
En el extremo contrario se sitúan algunos profesionales de enfermería y de medicina, que ven muy difícil que las farmacias lleven a cabo estas pruebas por las complicaciones legales, de competencias y por el riesgo de contagio que supone para farmacéuticos o clientes, ya que estos establecimientos no tienen los equipos de protección de los que dispone un hospital.
Madrid es la comunidad que más ha empujado a favor de hacer estos test en las farmacias. El martes, el vicepresidente de la Comunidad, Ignacio Aguado, expresó su objetivo de que todos los madrileños puedan acceder a una de esas pruebas antes de Navidad y la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, lo pidió por carta a la Comisión Europea.
Sin embargo, según el Consejo General de Enfermería, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, les ha comunicado a través de una carta que las farmacias no están autorizadas a hacer test de coronavirus. Desde el COFM ven “todo ventajas” en la implantación de esos test y ponen como ejemplo la provincia de Ourense, donde desde hace un mes se hacen pruebas en las farmacias “sin ningún problema”.
Cataluña negocia cómo colaborar con las farmacias
El Col·legi de Farmacèutics de Barcelona, por otro lado, muestra una postura más cauta. “Hay que ser realistas y ver si lo que se plantea es posible”, apunta su presidente, Jordi Casas. En Cataluña, el Govern ya ha abierto la puerta a colaborar con las farmacias en la aplicación de estas pruebas, pero aseguran que es necesario primero el visto bueno de la Agencia Española de Medicamentos.
Para Casas, antes de entrar en el terreno normativo, es necesario “tener preparado el sistema de cribado masivo” y “garantizar la seguridad de pacientes y trabajadores”, algo en lo que todavía están trabajando en colaboración con las autoridades, por lo que “no hay nada cerrado”.
Los epidemiólogos se muestran también prudentes sobre el impacto de estos test en las farmacias. Pedro Gullón, de la Sociedad Española de Epidemiología, asegura que los tests por sí solos “aportan muy poco”, ya que su importancia está en incorporar los resultados que proporcionen en el sistema de vigilancia de salud y hacer un rastreo de contactos.
Gullón ve también “complicado” que las farmacias, como empresas privadas, entren dentro del sistema de vigilancia epidemiológico, si ya es “difícil la coordinación entre centros de atención primaria”.
Casas responde que esta no sería la primera vez que las farmacias comparten su información con el sistema público de salud, y se ha hecho en otras ocasiones, como con pruebas precoces del VIH o el cribado del cáncer de colon.
Fernando Simón, con reparos ante la idea
El director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, hizo hincapié en los inconvenientes de que estos establecimientos sanitarios puedan administrar pruebas. "Estos test requieren de una muestra que, para garantizar su calidad, no las puede hacer cualquiera", dijo el pasado lunes Simón, al tiempo que mencionó los problemas de competencias y la necesidad de que las farmacias tengan un “circuito COVID” y una protección específica.
En todo caso, la situación de Madrid y Cataluña es distinta. Mientras la comunidad que dirige Díaz Ayuso quiere empezar ya a hacer estos test en las farmacias, el gobierno catalán está todavía negociando cómo se implementaría.
Casas también destaca otra diferencia: en Cataluña solo se podrían hacer estas pruebas aquellos pacientes “asintomáticos” y “fuera de toda sospecha”. Los que formaran parte de grupos de riesgo o fueran contactos estrechos de un positivo tendrían que acudir a un centro de atención primaria.
Los enfermeros no ven las farmacias como "lugares idóneos" para hacer test
Desde el Consejo General de Enfermería advierten de que las farmacias no están preparadas para llevar a cabo pruebas como las de antígenos. "Hay que detectar en qué momento hacer las pruebas, a qué personas. Tenemos que tener un circuito de desechos", ha enumerado en una entrevista en RTVE el vicesecretario general de esta organización, José Luis Cobos.
Cobos señala que permitir a las boticas hacer test "pondría en riesgo la salud de los que van a la farmacia y de los profesionales". Para el Colegio de Farmacéuticos de Madrid (COFM), sin embargo, estos test se harían de manera segura, y funcionarían como una alternativa a las pruebas que se compran por Internet, "fuera de los conductos legales".
González también ha defendido el papel de las farmacias como proveedores de pruebas en el medio rural, donde "son el único establecimiento sanitario", y también ha recordado que "en Europa se están haciendo sin problemas".
"Confianza ciega" en los test
Gullón critica la "confianza ciega" que muestran algunos políticos en la capacidad de contener el virus de las pruebas de detección, más allá de si se hacen en farmacias. Cree que Madrid ha hecho una gran inversión en test de antígenos y que en parte se ha reducido la transmisión del virus, pero pide "ir por orden" en la aplicación de los test: "antes de hacer test de antígenos en barrios enteros tienes que cubrir las necesidades básicas".
"Quien más necesita test son los contactos estrechos y a esas personas no se les está haciendo", explica en relación con Madrid, la comunidad que más ha apostado por los test de antígenos.
Estos test, que se han empezado a utilizar en España en el último mes, muestran cada vez más efectividad en la detección de positivos, aunque sobre todo son útiles en paciente sintomáticos o en aquellos en los primeros días de la enfermedad.