Una economía en recesión profunda, un rebote del PIB menos intenso que lo previsto y la deuda disparada es el efecto de la pandemia de coronavirus, según las últimas previsiones de la Comisión Europea, que anticipan un retroceso del 7,8 % del producto interior bruto de la eurozona.
El Ejecutivo comunitario mejora casi un punto el desplome del PIB para este ejercicio (en verano preveía una caída del 8,7 %) pero el retorno a la normalidad no será tan rápido. De cara al año que viene, la economía de la zona euro avanzará un 4,2 %, lejos del 6,1 % estimado anteriormente.
La segunda ola del coronavirus "aniquila la esperanza de una rápida recuperación" en la eurozona, según ha explicado el vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis. Así habrá que esperar a 2022 para volver a un nivel económico cercano al de antes de la pandemia, pero la CE subraya que "el elevado grado de incertidumbre" supone un riesgo de deterioro lo que retrasaría el regreso a la normalidad hasta 2023.
La Comisión ha realizado sus previsiones con el escenario de un Brexit sin acuerdo de libre comercio entre los Veintisiete y el Reino Unido.
La recesión se ceba en el Mediterráneo
La recesión golpea al conjunto de la zona euro pero se ceba especialmente con tres de las grandes economías del euro: España (-12,4 %), Italia (-9,9 %) y Francia (-9,4 %), mientras que Alemania limita los daños con un retroceso del PIB del 5,6 %.
Tras ser la economía que más retrocede en este ejercicio, Bruselas vaticina que España cogerá impulso el año que viene y su PIB avanzará un 5,4 %, solo superada por Francia (5,8 %) y Croacia (5,7 %).
El déficit público se dispara por encima del 10 % en países como Francia, Italia, Bélgica y España, que han incrementado el gasto público para intentar paliar el impacto de la pandemia y sostener el tejido productivo.
La deuda superará el 100 % del PIB en el conjunto de la zona euro a final de año, con unos niveles particularmente alarmantes en Grecia (207,1 %) e Italia (159,6 %), pero también estará por encima de esa barrera en España (120,3 %) y Francia (115,9 %).
En cuanto al desempleo, Grecia acabará 2020 con la tasa más alta de paro (18 %) pero será superada por España en 2021 (17,9 %), en la penísula ibérica aumentará el número de parados mientras que se reducirá ligeramente en la república helénica.