Francia ha registrado este viernes un nuevo récord de contagios por coronavirus tras sumar 20.339 en un día, además de 62 muertos, lo que eleva la cifra de positivos a los 691.977 casos desde el inicio de la epidemia y a 32.630 la de fallecidos. En los últimos dos días, los contagios diarios habían superado los 18.000, pero en ningún momento desde que estalló la pandemia, ni siquiera en la primera oleada, se contabilizaron estos registros.
Ahora mismo, Francia es el tercer país de Europa con más casos de COVID-19, por detrás de Rusia y España, y el 11º del mundo. En cuanto a los fallecimientos, es también el tercer país del continente con mayor número de fallecidos, y el noveno del mundo.
El pico de casos de la primera ola lo registró Francia el 31 de marzo, con 7.578 positivos, una cifra que supera ahora a diario desde que empezó septiembre. El número de nuevos casos diarios lleva creciendo en el país vecino desde agosto, pero se ha disparado en las últimas tres semanas, cuando empezó a rebasar día a día los 10.000 nuevos casos diagnosticados. El miércoles y el jueves sobrepasó los 18.000 contagios diarios.
De hecho, Francia ha igualado a España en nuevos contagios por cada 100.000 habitantes (21,78 frente a 21,73). Mientras España está en fase de estabilización del ritmo de contagios, Francia, junto a otros países como el Reino Unido o la República Checa, están viendo como su ritmo de contagios se multiplica.
Otros indicadores recogidos por la Agencia de Sanidad Pública francesa evidencian el crecimiento descontrolado de la transmisión de la pandemia en el país, como muestra la tasa de positividad de los test realizados, que ha subido al 10,4 %, frente al 9,8 % de la víspera. Por establecer una comparación, en la actualidad la tasa de positividad de los test PCR en España, que es una de las más altas de Europa, es del 10,1 %.
En los últimos siete días ha habido además 4.837 ingresos hospitalarios por complicaciones vinculadas con la COVID-19, de los que 921 tuvieron que ser dirigidos a unidades de cuidados intensivos.
De los 101 departamentos de Francia, 70 se encuentran ya en una situación de vulnerabilidad elevada por la rápida circulación del coronavirus.
La agencia ha dado cuenta también de 1.362 focos de contagio en activo en todo el país, 267 de ellos en residencias de ancianos y centros de dependencia, y 124 nuevos con respecto al día anterior.
París y otras siete ciudades, en alerta máxima
El empeoramiento de la situación hizo que el jueves el Gobierno francés colocara cuatro nuevas ciudades en alerta máxima: Lyon, Lille, Grenoble y Saint-Etienne, que afrontarán desde el sábado nuevas restricciones, como el cierre total de los bares y un control reforzado en los restaurantes.
París, Marsella, Aix-en-Provence y Guadalupe (Antillas) ya estaban en alerta máxima, y el Ejecutivo vigila de cerca el avance en Toulouse y Montpellier antes de decidir si también deberá aplicar en ambas medidas similares.
La alerta máxima se declara cuando la tasa de incidencia supera los 250 positivos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días entre la población en general y los 100 casos entre las personas mayores, así como cuando al menos el 30 % de las camas de las UCI están ocupadas por pacientes de COVID-19.
Así, la declaración de alerta máxima supuso en París el cierre de bares, gimnasios y piscinas de la ciudad y su región metropolitana desde el lunes y durante un periodo de al menos dos semanas. Los restaurantes pueden abrir pero tienen que aplicar unos protocolos más estrictos, con separación de mesas y un máximo de seis comensales.
Los científicos avisan de "seis meses muy difíciles", hasta el verano
El presidente del consejo científico instituido por el Gobierno francés, Jean-François Delfraissy, ha advertido de que la crisis sanitaria del coronavirus va a durar hasta el próximo verano y de que hay que prepararse para "seis meses muy difíciles".
"El conjunto de la población debe entender que estamos en un fenómeno de medio y largo plazo" y que la situación actual va a durar todo el invierno y la primavera "hasta el verano próximo", señaló Delfraissy en una entrevista al canal BFMTV, en la que puso sus esperanzas en que la epidemia se atenuara por causas naturales y por la aparición de vacunas y tratamientos preventivos eficaces.