El presidente del PP, Pablo Casado, ha pedido este sábado el "cese inmediato" del ministro de Consumo, Alberto Garzón, y ha anunciado que llevará al Congreso la reprobación del vicepresidente Pablo Iglesias por "sus ataques a la Jefatura del Estado".
La polémica alrededor del monarca gira sobre la entrega de despachos a los nuevos jueces celebrada el viernes en Barcelona, una cita a la que el rey, siempre presente, no ha asistido este año y que por tanto ha presidido el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes.
Iglesias pidió "neutralidad" al monarca tras decirle a Lesmes en una conversación telefónica que le hubiera "gustado" asistir al acto. No acudió, según fuentes de órgano de los jueces, porque Moncloa no le autorizó. Garzón acusó a Felipe VI de "maniobrar contra el Gobierno".
Pide la comparecencia "urgente" de Sánchez
En una comparecencia en la que ha hecho una férrea defensa de la monarquía, el líder del PP ha solicitado además la comparecencia "urgente" de Pedro Sánchez por ser, en su opinión, "el único responsable" de tener en el Gobierno a un partido "imputado por financiación irregular, defensor de la tiranía venezolana, nostálgico de la barbarie comunista y aliado de los albaceas del terrorismo etarra y de los independentistas catalanes".
En una intervención telemática con motivo de la clausura de la Escuela de Verano del PP de Aragón, ha asegurado que ni la Constitución, ni la monarquía, ni las leyes, ni la oposición son el problema de España, sino un Gobierno apoyado en alianzas cuyo "único vínculo reconocible es obligarnos a desandar el camino que hemos recorrido juntos desde 1976".
"Atentar" contra las instituciones
Para el líder popular, ser parte de un Gobierno no proporciona blindaje alguno para "atentar" contras las instituciones, especialmente contra aquellas ante las que se ha prometido el cargo con lealtad al rey.
Advierte asimismo de que el PP no aceptará cualquier cambio en la Constitución que no pase por el derecho de decisión de los españoles y señala que perseguirá a quienes atenten contra la Constitución "para que reciban la pena que en justicia le corresponde".
Acusa de "deserción" al Gobierno por fomentar las "fracturas y las divisiones" en mitad de la crisis sanitaria, económica y social. "España necesita a sus instituciones y a sus políticos centrados y trabajando por el bien común, no entregados a agendas de desestabilización y enfrentamiento, ha afirmado.