La exportavoz del Partido Popular en el Congreso Cayetana Álvarez de Toledo mantendrá "por el momento" su escaño para representar a todos los ciudadanos y "para saldar una deuda moral con los españoles de Cataluña que confiaron en el PP en el momento más difícil".
En una entrevista que publica este domingo el diario El Mundo, la primera concedida a un medio de comunicación tras su cese como portavoz parlamentaria, Álvarez de Toledo asegura que la libertad de opinión en el seno de un partido "no es sinónimo de indisciplina, sino requisito para una política mejor".
Según afirma la diputada del PP, "en España no es factible que un diputado ejerza la plena autonomía de voto" pero la libertad de opinión "va mucho más allá del ejercicio del voto". En ese sentido, reconoce diferencias de criterio con algunos de sus compañeros de partido, como su sucesora como portavoz, Cuca Gamarra, o Alberto Núñez Feijóo, pero no cree que "debamos formar parte de partidos distintos por sostener opiniones distintas".
En cuanto a su destitución, afirma que fue "una decisión del presidente del partido", Pablo Casado, pero añade que el secretario general del PP, Teodoro García Egea, "seguramente formó parte de las influencias a las que él pudo ser susceptible". Álvarez de Toledo declara que Egea "desde el primer minuto se propuso controlar de forma absoluta la dirección del Grupo Parlamentario y restringir al máximo mi margen de actuación, eso no ocurría en otras épocas".
Casado rechaza un posible pacto con el Gobierno y defiende los cambios en el PP
No ve margen para el acuerdo en los Presupuestos
Respecto a un posible apoyo del PP a los Presupuestos, señala que sus esperanzas de que las cuentas que presente Pedro Sánchez, enérgicamente reformistas y que apelen a un nuevo patriotismo de la responsabilidad son ínfimas", por lo que no cree que haya un margen para el acuerdo. "Alguien tiene que decirle no solo a Sánchez sino también al conjunto de los españoles la verdad sobre las cuentas que España necesita. La verdad sobre la situación económica y la verdad sobre lo que habrá que hacer para poner a España otra vez en pie", añade.
Cayetana Álvarez de Toledo afirma que "como virtud política prefiero la verdad a la empatía" y considera que la unidad de los partidos debe surgir "de la deliberación previa y no de la imposición". Por ese motivo, aboga por la libertad de voto de los diputados en asuntos morales como la eutanasia o el aborto, lo que a su juicio reflejaría "la complejidad de los debates éticos y la pluralidad que concitan, no solo en la derecha, también en la izquierda".
También se refiere al enfrentamiento que protagonizó con el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, cuando llamó terrorista a su padre, un episodio del que no se arrepiente: "¡Al revés! Lo más relevante que he hecho como portavoz del PP es impugnar la superioridad moral de la izquierda" y añade que, aunque no cuente con el apoyo del PP, va a recurrir ante el Tribunal Constitucional "la decisión de la presidenta del Congreso de retirar mis palabras del diario de sesiones".
“Lo más relevante que he hecho como portavoz del PP es impugnar la superioridad moral de la izquierda“
En ese sentido, considera que "detrás de la jactancia de Iglesias sobre la pertenencia de su padre al FRAP se esconde una de las claves de la fragilidad política española: la consideración del antifranquismo como fuente inapelable de superioridad moral".
Por ello, cree que el "gran desafío" del Partido Popular es "reconstruir y fortalecer el bloque de la reforma" surgido de la transición, lo que denomina "el ancho centro español".