Los líderes europeos han acordado este miércoles no reconocer los resultados de las elecciones presidenciales en los resultados de las elecciones presidencialesBielorrusia, que en los últimos días ha desatado una ola de protestas en contra del Gobierno de Alexandr Lukashenko, a quien acusan de fraude electoral para perpetuarse en el poder. "Las elecciones no fueron justas ni libres y no cumplieron los estándares internacionales. No reconocemos los resultados presentados por las autoridades bielorrusas", ha sentenciado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, al término de la reunión.
“La violencia fue inaceptable. Condenamos esta brutalidad y esperamos una investigación transparente“
La Unión Europea ha vuelto a instar al presidente bielorruso al diálogo, al tiempo que ha hecho un llamamiento al cese de la violencia tras el centenar de heridos en las protestas. "La violencia fue inaceptable. Condenamos esta brutalidad y esperamos una investigación completa y transparente", ha dicho Michel.
En esta línea, los Veintisiete han acordado sancionar a todos los individuos responsables de la violencia, la represión y el fraude electoral. El comité designado para las sanciones, que en ningún caso irán dirigida al pueblo, según ha recalcado Michel, elaborará en los próximos días una lista con personas específicas a las que sancionará, en la que podría figurar el nombre del presidente, si bien Michel ha evitado concretar si decidirán sancionar o no a Lukashenko.
¿Por qué Bielorrusia está en las calles protestando?
Ayudas para la sociedad
La principal prioridad para los líderes europeos es la sociedad bielorrusa, "que quiere un cambio y lo quiere ahora" ante la "crisis nacional" que atraviesa el país, tal y como reflejan las manifestaciones de los últimos diez días en el país. "Nos ponemos del ledo del pueblo. La gente se manifestó pacíficamente en las calles y las autoridades respondieron con violencia. Es inaceptable", ha afirmado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.
De este modo, la CE ha anunciado 53 millones de euros destinadas a ayudar a los bielorrusos. De ellos, dos millones se destinarán a las "víctimas de la represión", un millón a la sociedad civil y los medios independientes y 50 millones para atender la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus.
"Las protestas en Bielorrusia no son en contra de ningún país o entidad vecina, son por los derechos del pueblo y su derecho legítimo para elegir a su Gobierno", ha añadido Von der Leyen.
Diálogo nacional para salir de la crisis
Por otro lado, los europeos han fijado una postura común: resolver la crisis nacional mediante el diálogo y, especialmente, sin la mediación de terceros países. Así, los Veintisiete se ofrecen a acompañar la transición en el país mediante un diálogo entre las autoridades y la oposición, para lo que apoyan el papel de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa.
Pero este cambio debe "crecer desde dentro", según ha recalcado Von der Leyen. Preguntado por el rol de Rusia, aliada de Lukashenko, Michel ha recalcado que "el futuro de Bielorrusia tiene que ser decidido por los bielorrusos, no en Bruselas ni en Moscú".
Por la mañana, el Kremlin ha alertado sobre los intentos de injerencia externa en Bielorrusia con fines geopolíticos desde Bruselas, algo que consideran "inadmisible". No obstante, el jefe de la diplomacia rusa ha llegado a reconocer que su postura "no significa que las elecciones fuesen ideales".
Lukashenko refuerza la vigilancia de la frontera
Entretanto, el presidente de Bielorrusia sigue aferrado al poder y pretende jurar el cargo en los próximos dos meses, según ha anunciado el comité electoral.
Ante la situación en el país, el presidente ha ordenado a las fuerzas de seguridad que refuercen la vigilancia en la frontera, con "especial atención a los desplazamientos de las tropas de la OTAN. En el punto de mira figuran Polonia y Lituania, que respaldan a la oposición en su exigencia de repetir las elecciones.
Lukashenko ha encargado además al Ministerio de Interior que no haya "disturbios" en Minsk en los próximos días. "La gente se ha cansado, quiere paz y tranquilidad", ha señalado, mientras aseguraba que muchos manifestantes cobran por participar en las protestas.