El vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha calificado como "grave" la situación que él y su familia han vivido durante su estancia en Asturias por parte de "la extrema derecha", después de tener que marcharse cuando disfrutaban de unos días de vacaciones. El político se ha mostrado tajante al esgrimir que "no hay derecho a que sus hijos tengan que sufrir las consecuencias y las tareas políticas de sus padres".
Así lo ha expuesto en sus redes sociales ante los insultos e incluso pintadas amenazantes que ha recibido tras conocerse que estaba junto a su pareja, la ministra de Igualdad, Irene Montero, y sus tres hijos en la localidad de Felgueres. Desde la formación que Iglesias dirige han denunciado que se trata de un nuevo episodio de acoso a ambos políticos.
En este sentido, ha señalado que lo que hace a su familia "la extrema derecha y ciertos medios es grave", pero también ha agregado que "hay que poner cada cosa en su contexto", pues hay gente "que ha pagado con su libertad, con su vida o con torturas defender sus ideas y hacer política". "No es nuestro caso", ha sentenciado, afirmando que "el victimismo" no va con él.
En el resto de mensajes, el líder de Podemos ha querido agradecer a todas las personas que le han brindado su apoyo ante este incidente, con mención específica al diputado de Izquierda Unida Enrique Santiago y su familia por ser "los mejores anfitriones" durante su estancia en su casa. Este último ha señalado a "personas vinculadas directamente a Vox" las responsables del acoso descrito, pues llegaron a señalar públicamente la dirección de su domicilio.
Horas después, Irene Montero también ha querido agradecer a todos aquellos que les han animado a seguir adelante y ha denunciado que la extrema derecha sabe que "con miedo y odio pueden frenar el avance de la democracia y los derechos sociales".
Pedro Sánchez, Robles, Batet o Arrimadas se pronuncian contra los actos de acoso
Las muestras de repulsa han sido generalizadas. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha señalado que "el acoso, las amenazas y los insultos no tienen cabida en nuestra sociedad. Frente al odio y la intolerancia siempre defenderemos el respeto, la democracia, la libertad".
Desde el Ejecutivo también se ha pronunciado la ministra de Defensa, Margarita Robles, que ha calificado el escrache como "absolutamente rechazable", provenga de quien provenga y sin importar quién lo reciba. La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, ha rechazado de plano que estos actos "sean admisibles en democracia".
Iglesias y Montero cancelan sus vacaciones en Asturias "por seguridad" tras recibir amenazas
La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha condenado "el acoso a cualquier representante público o a su familia, como el que han sufrido Iglesias y Montero" y ha recordado que los dirigentes de su grupo político también han sido "insultados, señalados y agredidos" en diversas ocasiones mientras "algunos lo alentaban y justificaban".
El entorno cercano de la familia Iglesias-Montero asegura que a su llegada a Madrid se encontraron con una concentración delante de su casa, algo que sucede a diario y que en esta ocasión se prolongó durante más de una hora. En la formación morada denuncian la pasividad que a su juicio tiene la policía y la Fiscalía, y recuerdan que todas las denuncias interpuestas al respecto han sido archivadas.