La comarca leridana del Segrià ha vuelto este sábado al confinamiento después de que se duplicaran los contagios de coronavirus en la zona, que ya suma ocho de los nueve brotes activos en la provincia y casi un centenar de casos. Esta decisión ha extendido la incertidumbre a todos aquellos que pensaban viajar desde y hacia la región, que tiene más de 200.000 habitantes e incluye a Lleida capital.
"Ya teníamos las maletas hechas para irnos, pero lo hemos dejado para otro momento, lo importante ahora es la salud", indica Ruth, una joven leridana que tenía planeado pasar unos días en las montañas con sus hijos y que ha tenido que cambiar sus planes.
Toda la provincia de Lleida se encontraba en la nueva normalidad desde el 19 de junio, solo un día después de pasar a la Fase 3, y dos días antes de que se finalizara el estado de alarma en España, que eliminaba las restricciones de movilidad de todo el territorio.
"Nos ha pillado de improviso"
El anuncio por parte del Govern de que se retomaba el confinamiento en la comarca también ha pillado por sorpresa a algunos hoteleros de la capital.
"Me he enterado cuando han llamado para cancelar una reserva y he puesto rápidamente las noticias", relata un trabajador del Hotel Goya que aunque reconoce la "importancia de la medida para la salud", también señala el poco margen de actuación que han tenido "al caer en fin de semana" y la incertidumbre sobre las medidas a seguir a partir de ahora.
"No sabemos si debemos cerrar, si los trabajadores volverán al ERTE o debemos seguir otro protocolo. Nos ha pillado de improviso", asegura tras explicar que algunos de los huéspedes se han marchado directamente del hotel tras conocer que se restringirá la movilidad fuera de la comarca a partir de ese mismo día.
Aunque en un principio no se había ofrecido una fecha final para el confinamiento, el juez de guardia de Lleida ha acabado por limitarlo a un periodo de quince días, que podrán prorrogarse en función de la evolución de los brotes.
Nueve brotes de coronavirus permanecen activos en Lleida
"Frenazo" en el despegue de la hostelería
Para Antonia, dueña del salón de eventos Room Lleida, la medida ha supuesto un "frenazo" para el negocio, ahora que tenía "la esperanza" de que comenzara a despegar tras la finalización del estado de alarma decretado en marzo.
"Teníamos varios eventos programados para la semana, pero los hemos tenido que cancelar todos. Hacerlos con menos de diez personas no es viable", explica respecto a la medida de prohibición de reuniones con más de una decena de personas impuesta por la Generalitat en la comarca.
Según la propietaria del local, "era previsible" que en algún momento tuvieran que volver atrás, ya que "muchas personas no están cumpliendo las medidas de seguridad". "Ha tenido que ser una decisión difícil de tomar", aclara respecto a la celeridad con las autoridades han anunciado la medida, pero asegura que "si hay había que hacerlo, cuanto antes sea mejor" para evitar que se extiendan los contagios. "Ya vendrán tiempos mejores", sentencia.
Otros negocios, como el céntrico restaurante La Ferreruela, han recibido la noticia mientras atendían a la clientela. "Nuestros clientes son, en general, de la zona así que, aunque nos afecta, esperemos que no sea por mucho tiempo", apuntan sobre la cancelación de reservas de personas procedentes de otras partes de la provincia o de España.
Primera comarca en Cataluña en dar marcha atrás
El Segrià es el segundo territorio de España, el primero en Cataluña, en dar marcha atrás en la desescalada, después de que a finales de junio tres comarcas de Huesca - La Litera, Cinca Medio y Bajo Cinca- retrocedieran a la Fase 2 por varios repuntes en localidades como Binéfar, Fraga o Monzón.
Además de estos, hasta ahora, España acumula 69 brotes de coronavirus desde el inicio de la desescalada, según el recuento de RTVE.es a partir de los datos del Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, de los que al menos 44 están todavía activos.
Como consecuencia, más de un millar de personas han resultado contagiadas, de los cuales más de 900 tienen la enfermedad aún activa. Una situación que preocupa ante el aumento de la movilidad y la llegada de la temporada de vacaciones de verano.