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'Sororidad y feminismo para TRANSformar': la doble reivindicación bajo el lema del Orgullo 2020

  • El evento apuesta por un mensaje de unidad frente a la postura de quienes excluyen al colectivo trans del feminismo

  • Representantes de entidades que organizan la manifestación o participan en el programa explican la relevancia del lema

JESSICA MARTÍN
7 min.

Extenso, inclusivo y oportuno. Así es el lema bajo el que se desarrollará la manifestación virtual del Orgullo LGTBI 2020 del próximo 4 de julio, ‘Sororidad y feminismo para TRANSformar. ¡Mujeres lesbianas, trans y bisexuales en acción! ¡Por las más vulnerables!’, un mensaje que también resonará este domingo, cuando se celebra el Día del Orgullo y se da el gran pistoletazo de salida a la celebración.

Son ellas, las mujeres, quienes estarán este año en la "cabecera", al frente de la lucha por los derechos del colectivo, para reivindicar dos ideas que aspiran a rebajar la tensión entre un sector minoritario del feminismo y las personas trans: que “no hay una única forma de ser mujer”, por un lado, y que este movimiento no debe "segregar ni cuestionar identidades”, por otro.

Lo explican a RTVE.es las presidentas de dos entidades que forman parte del Comité Organizador del Orgullo Estatal, la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) y el Colectivo LGTB+ de Madrid (COGAM).

Lesbianas, trans y bisexuales, discriminadas por partida doble

“Las mujeres lesbianas, trans o bisexuales sufren una doble discriminación por ser mujeres y por pertenecer al colectivo LGTBI, así que teníamos que ponernos delante, ocupar el espacio que nos corresponde y exponer ante la sociedad las reivindicaciones que nos afectan”, señala la presidenta de FELGTB, Uge Sangil, quien cree que el mensaje cobra aún más sentido después de ver cómo ha afectado la pandemia a los colectivos más vulnerables.

Carmen García de Merlo, presidenta de COGAM, lo suscribe. Para ella, lo más valioso del lema es que pone el foco en el derecho de cada mujer “a ser como quiera ser” y a tener su identidad sexual o de género "llamándolo como le dé la gana" y sin que nadie se lo cuestione.

"Es que incluso dentro del colectivo LGTBI hay misoginia. No es lo habitual pero la hay. A la hora de elegir el lema, alguno que otro nos decía que por qué no estaban los gais representados. Es verdad que ese machismo se ve sobre todo en las personas más mayores, pero existe y por eso es tan importante el aspecto educativo”, añade.

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Desde la Fundación Pedro Zerolo, que participa en diversas actividades de la programación del Orgullo y que ha organizado algunas de ellas, también creen que el lema de la manifestación es muy acertado.

“Hay que reivindicar que el movimiento LGTBI es heredero del movimiento feminista y sin él no sería posible entenderlo. La lucha contra el machismo y el patriarcado también es nuestra lucha y a los gais también les afecta”, explica Miquel Fernández, director de la fundación.

Coincide, además, con Sangil y De Merlo en que las mujeres son quienes “siempre salen peor paradas de todos los procesos”, refiriéndose concretamente a la pandemia, y considera que “reivindicar políticas activas en defensa de la mujer” es más necesario que nunca, ahora que “ciertos partidos quieren devolver a este país al siglo XIX”.

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Unión frente a quienes quieren "excluir" al colectivo trans

Por eso, lo que defienden desde las tres entidades consultadas es la “unión” entre todas las personas que apoyen tanto la lucha feminista como las reivindicaciones del colectivo LGTBI, que representan, aseguran, a "la mayoría".

“A los extremismos que impiden que el movimiento feminista y el LGTBI vayan de la mano hay que arrinconarlos y dejarlos fuera porque la mayoría cree en la unidad de acción, y más cuando hay un ataque sin parangón que pone en tela de juicio la violencia de género. No es el momento de generar controversias y quien las provoca está cometiendo un gran error”, recalca Fernàndez, en alusión a la brecha que han abierto en el seno del feminismo quienes niegan que exista la identidad de género.

En las últimas semanas, este asunto incluso ha generado polémica en el ámbito político a raíz de la ley contra la discriminación LGTBI y la ley trans que prepara el Ministerio de Igualdad. El propósito de Podemos es permitir la autodeterminación de género, algo que choca con un documento interno del PSOE que se hizo público recientemente y donde el partido rechaza que una persona trans se pueda cambiar de nombre sin hormonarse y sin autorización médica.

El lema, aunque se eligió el pasado año, viene "muy al pelo" por todo esto, señala De Merlo, que puntualiza: "Hay dos formas de luchar, separados o juntos, y creemos que si están todas las letras del colectivo unidas funcionaremos mejor".

“Es importante que estemos todas en la lucha. Sumar juntas para poder superar la invisibilización y apostar por la hermandad y la sororidad. Hay que huir de ese movimiento trans exclusivo que hay dentro del feminismo y que ataca a las mujeres trans sin razonamiento real”, opina también Sangil.

Una historia que demuestra por qué las reivindicaciones son "necesarias"

A la presidenta de COGAM todavía le sorprende que en pleno siglo XXI haya que seguir defendiendo el derecho de una mujer "a ser lo que quiera ser", pero su propia historia demuestra, dice, por qué estas reivindicaciones son tan "necesarias".

“Parece que cuesta entender que las mujeres trans somos mujeres. Tú vas por la calle y nadie te mira los genitales. Te miran cómo te expresas, cómo vives y lo que haces. Ni se te da un carné de mujer ni se te dice ‘te tendrías que haber operado’, y sin embargo sigue habiendo gente muy intolerante”, lamenta Carmen.

Hace solo cuatro años, cuando tenía 54, tomó la decisión más importante de su vida: “dejar lo que amaba para amar lo que era”.

Decidí dejar lo que amaba para amar lo que era

“Ya creía que me iba a morir de la otra manera y me lo iba a llevar a la tumba pero al final decidí ser yo. Tuve que prepararlo todo y he tenido que pagar mi precio: la relación con mi familia. En mi trabajo no he tenido problema, pero han tenido que acostumbrarse”, revela Carmen, que es enfermera y abogada.

Afrontar el cambio que llega con la reasignación de sexo nunca es sencillo, aunque la decisión esté clara. Sobre todo, si has estado casado --como hombre-- desde los 25 años y tienes dos hijos.

“Veías que no te invitaban a eventos familiares para no dar explicaciones, como si hubiera matado a alguien…”, dice Carmen, que estuvo casi un año recibiendo ayuda psicológica y medicación, después de operarse.

Ahora que ha logrado empequeñecer ese dolor y seguir con su vida, se siente “afortunada” por haber tenido cerca a gente que la ha apoyado, algo que no todas las personas LGTBI y, concretamente, las trans pueden decir. De hecho, la etapa de confinamiento ha agravado en muchos casos una discriminación que venía de lejos.

Después de un periodo oscuro, un esperanzador Orgullo virtual

“En COGAM nos pedían ayuda algunos chavalines trans que se sienten rechazados por uno de sus dos progenitores o por los dos y que han tenido que estar todo el día en casa porque son menores. Eso es duro”, explica.

Al problema de la discriminación se han podido añadir otros que tenían que ver con la situación de emergencia sanitaria y que hicieron más difícil el día a día durante las primeras semanas del estado de alarma.

“Yo estoy operada y necesito las hormonas. De golpe vi que se suspendió la distribución del medicamento que yo tenía y lo necesitaba para el día a día”, cuenta Carmen, que además pasó el COVID sola en casa.

El confinamiento, un problema añadido para muchas personas LGTBI

Por todo esto que relata la activista y por lo que seguirá acompañando a la sociedad mientras que no haya una vacuna, este Orgullo debe ser, dicen desde FELGTB, COGAM y la Fundación Pedro Zerolo, algo que una a la ciudadanía y la haga sentirse parte de una sociedad cada vez más libre.

“Por responsabilidad hemos decidido que no haya celebración presencial este año, pero lo que sí podemos hacer es alzar nuestra voz desde nuestras casas, desde nuestros balcones y desde nuestras ventanas. Ojalá sea una celebración familiar y compartida en la que podamos reflexionar todos juntos sobre el futuro que queremos”, subraya Fernàndez.

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