La cifra oficial de afectados por coronavirus en el mundo ha superado los 7,8 millones, lo que supone que al menos una de cada mil personas en el planeta ha contraído la enfermedad, según se extrae de las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicadas este lunes.
El continente americano es la región con mayor número de contagios, 3,7 millones, de los que alrededor de dos millones, más de la cuarta parte del total global, se diagnosticaron en Estados Unidos, el país más afectado en cifras absolutas. Europa es el segundo continente en número de casos, con casi 2,4 millones de infecciones con el SARS-CoV-2, un virus que se detectó por primera vez en China hace menos de medio año.
Los fallecidos diagnosticados con la COVID-19 ascienden a más de 430.000, de los que casi 200.000 se registran en América y 188.000 en Europa, siempre según las cifras de la OMS a partir de las que aportan las redes sanitarias nacionales y que recoge Efe.
Finalmente, el número de recuperados asciende a 4,15 millones.
La tendencia de la pandemia es desigual según regiones, pero globalmente va al alza ya que desde hace dos semanas casi cada día se notifican más de 100.000 casos nuevos en todo el planeta.
Sobre el brote detectado la semana pasada en Pekín, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se ha limitado a señalar este lunes que se está investigando aún el origen y su alcance, y ha hablado de "más de cien casos" notificados cuando la última cifra ofrecida por las autoridades nacionales era de 79.
Riesgos con la gripe: -94% de datos
En su alocución de este lunes con motivo de la crisis del coronavirus, el doctor Tedros se ha centrado en otra amenaza "importante" para la salud pública como es la gripe estacional. Y es que. en momentos en los que el hemisferio sur entra de lleno en el invierno, la agencia sanitaria de la ONU ha alertado de que en muchos países la atención a esta enfermedad ha disminuido "drásticamente" o incluso se ha llegado a suspender.
Esto se ha debido fundamentalmente a la reasignación de personal sanitario, sobrecarga de trabajo o restricciones de transporte por el brote del nuevo coronavirus; y ha ha provocado una "pérdida de capacidad para detectar e informar de nuevos virus" y de las cepas de la gripe que circulan.
En concreto, el doctor Tedros ha explicado que el envío de muestras de virus a los laboratorios que colaboran con la OMS ha caído un 62% y además los datos de secuencia genética de virus de la gripe cargados en la base GISAID ha caído hasta un 94%.
El problema entonces se traslada a la dificultad para hacer recomendaciones sobre la vacunación para la siguiente temporada.
La directora del programa gripe mundial de la OMS, Wenqing Zhang, ha explicado que el sistema GISRS que permite supervisar los brotes y hacer recomendaciones sobre las vacunas lleva medio siglo funcionando y es "sólido". No obstante, ha apelado a las autoridades nacionales: "Tenemos que asegurarnos de que tenemos ese riesgo bajo control y estamos preparados no solo para el coronavirus".
"Es necesario que todos los países retomen sus sistemas de supervisión que en su momento se traspasaron a la COVID-19", ha añadido la doctora.
Para intentar revertir este problema, la OMS ha publicado una guía sobre cómo integrar la vigilancia de la COVID-19 en la vigilancia rutinaria de la gripe como una forma "eficiente" de rastrear estos dos patógenos. "Esto no solo es rentable, también es esencial para proteger al mundo contra la próxima temporada de gripe. La temporada de gripe del hemisferio sur ya está en marcha. No hay tiempo que perder", ha zanjado Tedros Adhanom.