El producto interior bruto (PIB) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se contrajo un 1,8 % en el primer trimestre, después de haber crecido un 0,2% en los tres últimos meses de 2019, lo que representa la mayor caída de la actividad desde el arranque de 2009, cuando retrocedió el 2,3 % en el marco de la crisis financiera global.
Entre los países de la OCDE cuyos datos estaban disponibles, únicamente Chile, con un crecimiento del 3 %, y Finlandia, con un crecimiento trimestral del 0,1 %, evitaron la pérdida de actividad en el primer trimestre.
Los menores descensos de la actividad económica se observaron en Lituania (-0,2%) y Suecia (-0,3%), mientras que las caídas más intensas correspondieron a Francia (-5,8 %), Eslovaquia (-5,4 %) y España (-5,2 %).
Italia registró una caída del PIB del 4,7 % de enero a marzo, mientras que Alemania retrocedió un 2,2 %. En el conjunto de la eurozona, la actividad experimentó una contracción del 3,8 %, después de crecer un 0,1 % en el último trimestre de 2019, mientras que en EE.UU. el PIB bajó un 1,2% en el primer trimestre, tras aumentar un 0,5% en los tres meses anteriores.
EE.UU. crece y Francia retrocede
En tasa interanual, el PIB de la OCDE registró una caída del 0,8 %, después de haberse expandido un 1,6 % en el trimestre anterior.
Entre las siete mayores economías de la organización, Estados Unidos logró el mayor crecimiento, con una expansión interanual del 0,3%, mientras que Francia sufrió la mayor contracción, con una caída del 5,4 %.
Estas cifras confirman los malos augurios de los indicadores compuestos del club de los países más desarrollados que avanzaban a principios de abril el desplome mensual más acusado del ciclo económico.