El Gobierno británico ha afrontado este domingo nuevas presiones por parte de partidos opositores para destituir a Dominic Cummings, el principal asesor del primer ministro, Boris Johnson, por supuestamente haberse saltado el confinamiento más de una vez en plena pandemia. Johnson, sin embargo, ha descartado su cese y ha defendido la actuación de Cummings.
El estrecho colaborador de Johnson ha vuelto a copar las portadas de la prensa británica por haber quebrado más de una vez las reglas impuestas por el Ejecutivo a fin de evitar la propagación del virus.
El pasado marzo, el Gobierno ordenó que las personas que mostraran síntomas de COVID-19 se quedaran aisladas en sus domicilios y no los abandonaran. Pese a ello, los diarios The Guardian y Daily Mirror revelaron que Cummings se desplazó en coche el pasado mes al domicilio de sus padres en Durham, a más de 400 kilómetros de Londres, con su esposa aquejada de síntomas de coronavirus y su hijo de cuatro años.
Lo hizo, según explicó, con intención de buscar ayuda familiar para el cuidado del pequeño ante la alta probabilidad de que él mismo terminara contagiado, como de hecho ocurrió, y permaneció en un edificio separado dentro de la propiedad de sus padres.
Reiteradas infracciones del confinamiento de Cummings
Si este sábado varios ministros del gabinete de Johnson salieron en defensa de Cummings, hoy los dominicales The Observer y The Sunday Mirror recogen un nuevo testimonio que asegura que el asesor abandonó ese domicilio en Durham durante el confinamiento para visitar el pasado 12 de abril Barnard Castle, una localidad situada a unos 48 kilómetros de Londres.
También se le volvió a ver de nuevo en Durham el 19 de abril, días después de haber sido fotografiado -el día 14- en Londres ya recuperado del virus, lo que sugiere que tras su viaje de finales de marzo, realizó una segunda visita desde la capital hasta el noroeste de Inglaterra. En esos momentos, desde el Gobierno se insistía a diario en la necesidad de que los ciudadanos permaneciesen en sus hogares para combatir la pandemia.
Boris Johson defiende su actuación "responsable"
El primer ministro británico ha defendido a Cummings y ha asegurado que su principal asesor actuó "de manera responsable, dentro de la ley y con integridad".
"He mantenido extensas conversaciones cara a cara con Dominic Cummings y he concluido que al viajar para encontrar el tipo adecuado de ayuda con el cuidado de su hijo, cuando tanto él como su esposa empezaban a quedar incapacitados por el coronavirus, y sin otra alternativa, siguió los instintos de cualquier padre", ha manifestado en una rueda de prensa virtual.
Johnson ha calificado de "palpablemente falsas" algunas de las publicaciones de la prensa aunque ha admitido que comprendía que las acciones de Cummings haya podido "confundir y ofender" a los ciudadanos" ante la idea de que una regla se aplica a los ciudadanos y otra a los miembros del gobierno.
"Pero viendo lo ocurrido, y sus intenciones y que intentaba hacerlo por el bien de su familia, realmente creo que la mayoría de los ciudadanos comprenderá lo que hizo y, sobre todo, que lo hizo a fin de evitar la propagación del virus", explicó.
Fuentes del Laborismo han exigido una "investigación urgente" para llegar al fondo del asunto y esa formación se pregunta por qué desde el gabinete de Johnson se salió en defensa del asesor, con mensajes de apoyo del titular de Exteriores, Dominic Raab, del responsable de Economía, Rishi Sunak, o del ministro del Gabinete Michael Gove, aunque el prominente diputado conservador Steve Bake no ha dudado al opinar que Cummings "debe irse".
Ian Blackford, del Partido Nacionalista Escocés (SNP), considera que el ayudante del primer ministro "tiene que marcharse" al tiempo que el líder de los liberaldemócratas, Ed Davey, dijo a la emisora BBC Radio 5 que si Cummings no es despedido de inmediato "el juicio" de Boris Johnson suscitará "graves dudas" y quedará comprometido.