"El rebrote que se ha identificado en Corea del Sur nos coloca un poco en nuestro sitio respecto a pensar que está todo ya ganado". Así de contundente se ha mostrado este lunes el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CAES) del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, al valorar la información de repuntes de casos de coronavirus en los últimos días. "Estamos en una fase muy delicada en la que, si no hacemos las cosas, bien podemos pasar a situaciones parecidas", ha advertido. Además de Corea del Sur, China ha detectado 31 nuevos contagios en dos días tras ocho sin sumar más de nueve y Alemania observa un número reproductivo básico (R) que ha subido por encima de uno después de que en los últimos días cayera incluso hasta el 0,65.
Aunque los datos de este lunes para España están empezando a mostrar "de una forma muy clara y evidente que estamos en las últimas fases de la transmisión", a la vista de estos ejemplos, Simón ha señalado que "tenemos que seguir teniendo cuidado". Por eso, durante los últimos días ha insistido en que no se trate la desescalada como una carrera entre comunidades autónomas y ha advertido del "altísimo riesgo de dar un paso atrás", hacia un repunte de la epidemia.
Situación y capacidad deben conjugarse para no retroceder en esta desescalada, según el criterio de los expertos. En el primer grupo, se encuentran valores numéricos como el número de casos, su incidencia acumulada o la tasa reproductiva. En el segundo, están otros como la disponibilidad de UCI o la capacidad de seguimiento. ¿Qué puede aprender España de los rebrotes de Corea del Sur o China?
Corea del Sur: registro de clientes y aislamiento
Corea del Sur, que en febrero se convirtió en el mayor foco de la epidemia fuera de China, reportó el domingo un rebrote con 34 nuevos casos detectados el sábado -ocho importados y 26 comunitarios- la mayor cifra diaria desde el pasado 9 de abril, debido a un foco en el barrio de Itaewon, una zona de ocio nocturno de Seúl, cuyos locales han sido cerrados al público. Las autoridades surcoreanas, que también se han apoyado en la tecnología para hacer el seguimiento de la enfermedad, tratan ahora de localizar a unas 3.000 personas que visitaron estos clubes.
El alcalde de Seúl, Park Won-soon, ha asegurado que tienen datos de 5.517 clientes que estuvieron en alguno de los cinco locales afectados -los cuales registraban los nombres y teléfonos de todo el que entraba- entre el 30 de abril y el 5 de mayo. En una entrevista con la radio pública KBS, ha explicado que, de momento, se ha contactado con 2.405 para que se sometan a test y se aíslen, aunque se estima que otras 1.982 pudieron dar datos falsos al tratarse de establecimientos ligados a la comunidad LGTBI, fuertemente discriminada en Corea del Sur.
Por otra parte, las autoridades surcoreanas han enviado mensajes SMS a todos los números del país pidiendo que aquellos que visitaron los cinco establecimientos en esas fechas se sometan a test PCR y se aíslen 14 días aunque den negativo. Asimismo, sopesan la posibilidad de acabar multando a quienes estuvieron en dichos bares si finalmente no cooperan.
Esta situación ha llevado a la patronal de discotecas española Spain Nightlife a reclamar al Gobierno la posibilidad de tomar la temperatura a sus clientes cuando puedan abrir sus puertas en la Fase 3 de la desescalada del confinamiento, ya que el derecho de admisión no les habilita para dicha práctica.
Esta medida "está protegida por el Reglamento UE 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo y por la Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales", explica en declaraciones a EFE el secretario general de Spain Nightlife, Joaquim Boadas, que recuerda que la toma de temperatura está incluida como requisito en un distintivo sanitario internacional promovido por la Asociación Internacional de Ocio Nocturno. Ahora bien, para aplicarla en España, Boadas señala que "sería necesaria la aprobación de una norma con rango de ley", porque "una Orden Ministerial no sería suficiente".
China: cierre de fronteras y observación
China fue el primer país en alcanzar el pico de la pandemia el pasado 14 de febrero y desde el 7 de abril ha comenzado a realizar una lenta desescalada diferenciado por territorios, con seguimiento por barrios y apoyada en aplicaciones tecnológicas de monitorización de la población. Sin embargo, después de sumar 13 nuevos casos en los últimos ocho días, entre el domingo y el lunes ha notificado 31, de los que nueve son importados y 21 contagios locales.
Hubei, la provincia cuna del brote, suma seis contagios a nivel local, mientras que el otro foco se ha dado en las regiones nororientales de Jilin, Liaoning y Heilongjiang. En cuanto a los importados, la Comisión Nacional de Salud china explica que siete se han detectado en la región autónoma de Mongolia Interior y otros dos en Shanghái.
Estos casos preocupan a Pekín hasta el punto de decretar la prohibición de entrada al país a los extranjeros, desde el 28 de marzo, y el cierre de su frontera con Rusia en el noreste del territorio chino. Además, la ciudad de Shulan, perteneciente a Jilin, ha aumentado su nivel de respuesta de emergencia al nivel alto y ha puesto bajo observación médica a contactos cercanos con los contagiados confirmados.
"Es necesario tener capacidad de diagnosticar los casos y de hacer seguimiento antes de que se puedan producir nuevos contagios", ha explicado en TVE la experta de la Sociedad Española de Epidemiología y SESPAS, Andrea Burón.
En este sentido, España ha pasado de hacer más de 930.000 pruebas PCR el 13 de abril a 1,3 millones entre este tipo de pruebas y tests de anticuerpos 15 días después. No obstante, a fecha 10 de mayo, se realizaban 34,76 tests por cada 1.000 habitantes, lejos de los 155,95 que hacía Islandia o los 47,66 de Portugal.
Alemania: precaución, pero descarta un nuevo foco
En cuanto a Alemania, cuyo pico se registró el 27 de marzo y donde la desescalada comenzó el pasado 20 de abril, el Instituto Robert Koch ha advertido de un incremento en la tasa reproductiva del virus. El número R ha pasado de un mínimo de 0,65 contagios nuevos por cada persona infectada a 1,1. Esto "hace necesario observar muy de cerca el desarrollo durante los próximos días", ha advertido el organismo encargado de hacer el seguimiento de la epidemia, que señala que "todavía no es posible establecer si la tendencia descendente en los casos observada en las últimas semanas continuará o las cifras volverán a crecer".
Por su parte, en declaraciones de un portavoz recogidas por la agencia Reuters, el Ministerio de Salud alemán ha asegurado que se está tomando en serio estos datos, pero que cree que el número reproductivo más alto no significa que haya un brote fuera de control.
Es necesario monitorizar tanto el número de reproducción del virus como la incidencia acumulada, explica la epidemióloga Andrea Burón, que destaca que estos valores "nos da información de cuántos contagios hay y cómo de transmisible" es la enfermedad.
"La orientación por fases da un marco que, aunque no podamos hablar de fechas concretas, es una estimación de un calendario en el que podemos movernos", asegura la especialista, que insiste en que, aunque las fechas son realistas "hay que tener ese margen de precaución". "Gran parte de la responsabilidad recae en cada uno de nosotros como ciudadanos", recuerda.