El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado este lunes que no se siente responsable del aumento de casos de personas que han utilizado desinfectantes de manera incorrecta, después de que sugiriese la posibilidad de ingerir este tipo de productos para evitar un posible contagio del nuevo coronavirus.
Trump ha vuelto ha comparecer tras suspender las ruedas de prensa por sus polémicas declaraciones. Durante la conferencia de prensa de este lunes, un reportero le ha señalado el aumento de llamadas en los últimos días en busca de orientación sobre los comentarios que hizo Trump a cerca del uso de los desinfectantes. "No puedo imaginar por qué", ha respondido el presidente. Ante la pregunta de si se responsabilizaba del aumento de las llamadas, Trump ha declarado "no, no lo hago".
El Centro para el Control de Envenenamientos de Nueva York ha recibido 100 llamadas por daños con productos desinfectantes en un periodo de cuatro días después de la sugerencia del presidente, comparado con 28 casos en las mismas fechas del año pasado.
El pasado 23 de abril Trump sugirió durante su conferencia diaria usar una inyección de productos de limpieza para combatir el virus, dejando atónita a la comunidad científica. Ese día, el Centro de Nueva York recibió 21 llamadas que fueron relacionadas con el contacto con lejía y 11 para otros desinfectantes. Los datos del Centro no especifican si el contacto con el producto fue en la piel o ingerido.
Nueva York mantiene la contención y Trump defiende la reapertura de las escuelas
Por otra parte, Trump y el grupo de trabajo del coronavirus han presentado un nuevo plan con el que los estados podrán ir desbloqueando sus medidas de restricción y reabrir sus economías de manera gradual y segura. El plan también se ocupa de cómo desarrollar la capacidad de realizar pruebas diagnósticas del coronavirus.
"Seguimos ampliando rápidamente nuestra capacidad y confiando en que tenemos suficientes tests para comenzar el proceso de reapertura. Queremos que nuestro país se abra y las pruebas no serán un problema en absoluto", ha dicho Trump.
Nueva York, epicentro de la epidemia estadounidense con 292.000 casos confirmados, y otras grandes zona surbanas se resisten a iniciar el desconfinamiento, pero otros estados como Georgia, Minesota y Misisipi han empezado este lunes a reabrir sus comercios en desafío al consejo de expertos médicos.
El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, ha reiterado el lunes que era necesario actuar "inteligentemente" para no arriesgarse a ver un repunte de la epidemia y ha anunciado que extendería las medidas de contención "en muchas partes del estado" más allá del 15 de mayo, aunque se está estudiando la reapertura del sector de la construcción en las zonas menos afectadas.
Cuomo ha justificado su cautela alegando que el número de hospitalizaciones y nuevos casos está disminuyendo menos rápido de lo esperado, con 337 muertes en las últimas 24 horas.
Trump, por su parte, ha pedido este lunes la reapertura de muchas escuelas antes de las vacaciones de verano, subrayando que la decisión depende de los gobernadores de los estados. "Creo que vamos a ver muchas escuelas reabrir incluso por un corto período de tiempo, y eso sería algo bueno", ha dicho en la reunión informativa.
La mayoría de las escuelas estadounidenses cerraron hace varias semanas como parte de las medidas de contención destinadas a frenar la pandemia, lo que, como en otras partes del mundo, dificulta que muchos padres trabajen desde casa. En la estrategia defendida por la Casa Blanca, las escuelas sólo se reabrirán en una segunda fase, al menos 15 días después de la reanudación de otras actividades económicas.
El mandatario insiste en investigar a China
Donald Trump ha dicho que China podría haber detenido el coronavirus antes de que se expandiese y ha indicado que su administración está llevando a cabo "serias investigaciones" sobre lo que pasó.
"No estamos feliz con China", ha declarado Trump en la conferencia de prensa. "Creemos que podría haber sido contenido en el foco. Podría haber sido detenido rápidamente y no se habría extendido por todo el mundo".
Esta crítica de Trump es la última de su Administración hacia la gestión china del brote de coronavirus, que comenzó a finales del año pasado en la ciudad de Wuhan y se ha convertido en un pandemia mundial.
La semana pasada, el Secretario de Estado Mike Pompeo dijo que los Estados Unidos "creían firmemente" que Pekín no había informado sobre el brote de manera oportuna y que encubrió su peligrosidad. El Ministerio de Asuntos Exteriores de China ha negado las acusaciones.
Trump mantendrá las fronteras cerradas con Europa
Trump, ha insistido este lunes en que mantendrá las fronteras de su país cerradas a Europa hasta que mejore la situación en el continente y ha calificado de "trágico" el impacto de la enfermedad del COVID-19 en España e Italia.
"Estamos analizando eso y depende del tiempo que le tome a Europa sanar, Italia está empezando a volver en sí. Me alegra mucho ver eso con mi amigo, el primer ministro", ha manifestado el líder estadounidense durante la ruedade prensa en la Casa Blanca en referencia al jefe del gobierno italiano, Giuseppe Conte. "Queremos hacerlo (levantar el veto) y ellos también quieren hacerlo, lo desean mucho", ha añadido.
El cierre de fronteras con Europa empezó el pasado 14 de marzo por un periodo inicial de 30 días que ya ha sido renovado y puede prolongarse según Trump considere oportuno. Esa medida afecta solo a ciudadanos extranjeros; mientras que los estadounidenses y aquellos que residen de forma permanente en el país en teoría pueden seguir viajando, aunque el tráfico aéreo está prácticamente suspendido.