La cifra de fallecimientos con coronavirus en Estados Unidos ha superado los 50.000, según el últmo recuento, tras duplicarse en los últimos 10 días. En torno al 40% de ellos se habrían producido en el estado de Nueva York, el epicentro de los contagios del país, seguido por Nueva Jersey, Michigan y Massachusetts.
El número de casos diagnosticados en el país estaría en torno a los 875.000, aunque, según informa la agencia Reuters, se estima que la cifra real de casos sería considerablemente mayor, dado que la escasez de personal capacitado limita la posibilidad de realizar tests, según las autoridades sanitarias estadounidenses.
También la cifra de decesos podría ser mucho mayor, advierten, ya que los estados contabilizan solo los fallecimientos en hospitales y residencias, y no las personas que mueren en sus casas.
Según estos datos, Estados Unidos estaría sufriendo 15,31 muertes por cada 100.000 habitantes, lejos aún de Bélgica, el país con peores registros (58,42), o España, con 48,13. En cuanto a los contagios, serían 266,45 por cada 100.000 habitantes, cifra muy inferior a la de España, que cuenta 469,62 casos.
Unas horas antes, el presidente del país, Donald Trump, había propuesto "inyectar desinfectante" o aplicar luz solar como posibles medidas contra el virus. Posteriormente, este viernes, Trump matizó que había sido "sarcástico" en sus declaraciones.
En esa misma declaración, Trump ha anunciado un segundo paquete de estímulos compuesto por ayudas por un monto total de 484.000 millones de dólares (448.000 millones de euros). De esta forma, la ley de estímulos ha cumplido su último tramo, después de haber recibido el visto bueno tanto del Senado como de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
En línea con las críticas de Trump a la gestión de la OMS en la crisis sanitaria, Estados Unidos ha confirmado que no participará en el plan de la OMS de invertir 7.500 millones de euros para acelerar el desarrollo de tests y vacunas accesibles a todo el mundo.
El estado de Georgia permite abrir a pequeños negocios
Mientras tanto, algunos estados del sur ya preparan su salida del confinamiento. Uno de ellos es el de Georgia, que ha acelerado su plan de reactivación para convertirse en el primer estado que permite la apertura de pequeños negocios este mismo viernes pese a la desaprobación del presidente Trump y los expertos sanitarios.
El gobernador del estado, el republicano Brian Kemp, ha dado el visto bueno a que gimnasios, peluquerías y otros comercios levanten el cierre, poniendo a Georgia en el centro del debate.
El estado de Georgia permite la reapertura de comercios pese a las recomendaciones negativas
El diputado de Georgia Doug Collins, también republicano, ha reconocido que la medida es confusa para los ciudadanos. "Se supone que todo el mundo debe permanecer en casa y, aún así, nosotros les permitimos abrir sus comercios", ha lamentado.
Por su parte, el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, asegura que el virus llegó a los residentes de su estado desde Europa, no desde China. Además, Cuomo se ha mostrado crítico con la limitación de viajes desde China, una prohibición que llegó "demasiado tarde".
"Cerramos la puerta de entrada desde China, lo cual estuvo bien, pero olvidamos cerrar la puerta trasera", ha declarado Cuomo.