La comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara esperaba como agua de mayo la comparecencia del vicepresidente Frans Timmermans, responsable de la Comisión Europea para la lucha contra el cambio climático. Querían sus señorías conocer de primera mano si la Agenda Verde que tanto había costado sacar adelante con el apoyo del Consejo Europeo caería en saco roto o no. La Agenda Verde y la transición de la UE hacia una economía neutra eran hasta el día que se declaró la pandemia la prioridad de la Comisión Von der Leyen, una prioridad que el coronavirus se ha encargado de cambiar.
Por eso la pregunta que abría la sesión era más que previsible ¿Cual es la situación del Pacto Verde ante el nuevo escenario? Se trataba de saber si el Pacto Verde era una nueva víctima del COVID-19 y aunque ya había indicios para pensar que no sería así, la respuesta de TImmermans relajo bastante a una comisión parlamentaria en su mayoría sensible a las necesidades del planeta.
El vicepresidente Timmermans dejó claro que el Pacto Verde será la matriz de lo que llamó la Recuperación Verde: “Si la UE es capaz de movilizar los fondos necesarios y los estados tienen capacidad para desarrollar inversiones la recuperación de la pandemia es una oportunidad de oro para adentrarnos en la nueva economía que nos debe llevar a la neutralidad climática en 2050.” Lo contrario añadió- sería inaceptable. Dijo también que su opinión es la opinión de la Comisión Europea que se marca como objetivo mantener los plazos previstos y presentar a finales de abril la Estrategia para la Biodiversidad, y más a largo plazo la propuesta de directiva para una Ley Climática.
“El cambio climático está ahí, puede que su impacto en la salud no sea tan brutal y rápido como el COVID-19 pero el cambio climático es como tener la presión sanguínea alta que al final te mata.”
"La construcción puede contribuir a la recuperación rápida"
Las intervenciones de Fran Timmermans no dejan a nadie indiferente. Son sustanciosas en contenido y no precisamente porque diga disparates sino todo lo contrario. Todos en la Comisión esperaban que defendiera la necesaria coexistencia de la recuperación de la pandemia con la Agenda Verde europea, y así fue, pero no esperaban que esa apuesta pasara por la defensa de crear empleo rápido vinculado al ladrillo: “Hay que ayudar a los constructores a poner paneles solares en los edificios, a aislar edificios. Si miramos a corto plazo y priorizamos la salud y las consecuencias de la pandemia, tenemos que tener un plan verde que dé resultados rápidos, que cree puestos de trabajo y crecimiento económico rápido.”
Unas palabras que han sido considerada como un guiño a las necesidades en España para crear empleo rápido. pero las necesidades de nuestro país ante el colapso del coronavirus no deben quedarse solo ahí, también en sectores como el turismo y en un plan Marshall que permita la recuperación.
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No fue el único guiño. Esas ayudas necesarias para la recuperación pueden destinarse a propuestas verdes, no solo en la construcción sino también en la agricultura “para que las cosechas sean más sostenibles” o a las familias que necesiten un coche nuevo. “Hay que ayudarles para que puedan comprarlo y que sea un coche limpio.” Un sector afectado por la pandemia de forma considerable el de la automoción. Si Europa se mantiene en esa línea el resto del mundo nos seguirá. Nada de esto se puede hacer a espaldas de nadie -decía-, hay que favorecer la transición justa y ayudar a los que más dificultades tienen para adaptarse dentro y fuera de la Unión Europa.
Los eurobonos no son la solución en el corto plazo
La intervención de Timmermans fue también política y en línea con algunas de las preguntas que le realizaron se refirió, dos días antes de la cumbre europea que deberá aprobar las últimas propuestas del Eurogrupo, a dos debates que han calado entre los europeos en esta pandemia.
“Si centramos el debate de la salida de la pandemia en sí o no a los coronabonos vamos contra la pared“
Por un lado el de los coronabonos: “Si centramos el debate de la salida de la pandemia en sí o no a los coronabonos vamos contra la pared. Tenemos que encontrar otras formas de solidaridad para que haya justicia y para que los países que no puedan acceder al mercado de capitales puedan invertir en la economía y salir de esta situación terrible. Necesitamos solidaridad europea y hay que hacerlo con gran rapidez.”
Y por otro a los que cuestionan la capacidad europea para resolver los problemas de los europeos: “Los que pusieron el grito en el cielo cuando la Comisión Europea quiso asumir competencias sanitarias y se resistieron con uñas y dientes ahora se quejan porque Europea no actuó. No se puede tener todo, o nos dan medios para actuar en esta área o aceptan que Europea no tiene competencias. No se puede hacer las dos cosas a la vez, es injusto.”
El BEI, el banco verde para la "recuperación verde"
En el punto de mira de la Recuperación Verde están las pymes europeas para protegerlas y para mantener el empleo. El grupo BEI crea un fondo de garantía de 25.000 millones de euros para desplegar nuevas inversiones en respuesta a la crisis provocada por el COVID-19. El objetivo es movilizar hasta 200.000 millones de euros para la economía europea.
La vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones, Emma Navarro, ha explicado a RTVE.es cómo se canalizará esa ayuda que además de favorecer la recuperación poscoronavirus pretende también responder a los objetivos marcados por la agenda europea para contribuir a la economía sostenible y digital. Los programas de inversión del BEI también apoyarán a países en vía de desarrollo y las necesidades de países terceros afectados por la pandemia.
El BEI, el "banco verde" para la Recuperación Verde