Los campus universitarios extremeños permanecerán vacíos lo que resta de curso debido al coronavirus. Sus 20.000 estudiantes no volverán a pisar las aulas de las facultades y centros de Badajoz, Cáceres, Mérida y Plasencia. Falta concretar si los exámenes podrán realizarse de forma presencial. También está en el aire en qué formato se realizarán las prácticas curriculares y el seguimiento y presentación de trabajos de fin de grado y máster.
La Universidad de Extremadura descarta definitivamente la enseñanza presencial este curso ante la incógnita sobre la duración total del estado de alarma, y mantendrá las clases online hasta mediados del mes de mayo. Eso sí, no será un año perdido ni habrá aprobados generales.
El rector, Antonio Hidalgo, reconoce que, “evidentemente” se van a perder contenidos al cambiar a la enseñanza virtual y que serán los profesores quienes sopesen qué partes de sus programas se quedarán en el tintero.
De “sensata” y ”esperada” ha calificado esta decisión el Consejo de Estudiantes de la UEx, aunque con recelos aún, preocupado por el formato en que se realicen las evaluaciones, que debe decidirse esta misma semana.
De hecho, este organismo acaba de realizar una encuesta entre el alumnado –obteniendo la respuesta del 27%, unos 5.600-, y ha detectado incertidumbre generalizada por falta de información al respecto e incluso insatisfacción con la formación que están recibiendo de manera telemática.
“No es lo mismo que un profesor explique por videoconferencia los contenidos de su asignatura, al que sube a la red una presentación en PDF“
“Tema de duda es cómo se van a realizar los exámenes, cuándo, si se van a mantener en el periodo o si se van a posponer”, nos dice Román Román Galán, delegado del Consejo de Estudiantes. “No es lo mismo que un profesor explique por videoconferencia los contenidos de su asignatura, al que sube a la red una presentación en PDF y da la materia por enseñada”, añade Hernán Álvarez Gaitán, portavoz de la Coordinadora Estudiantil de Badajoz.
Salvoconductos para mudanzas
El confinamiento al que ha obligado el estado de alarma por el Covid-19 deja también vacíos gran cantidad de pisos de estudiantes y residencias, todavía con enseres, pertenencias y apuntes de sus inquilinos que, pese al parón de las clases, mantienen activos las matrículas y contratos de arrendamiento. Lo que, en muchos casos, nos cuentan, les supone un perjuicio económico añadido.
La Universidad de Extremadura y la Delegación del Gobierno han establecido un sistema de salvoconductos para facilitar los desplazamientos de los estudiantes desde sus domicilios familiares hasta las ciudades en las que cursan sus grados o másteres. Un documento que deben cumplimentar a través de la UEx y que les autoriza a realizar mudanzas y acudir a sus pisos a recoger objetos, solos o acompañados por algún familiar, y deberán llevarlo consigo ante la posibilidad de ser parados por agentes de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado.