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El coronavirus, ¿una oportunidad de oro para el teletrabajo?

RNE
8 min.

Las empresas no son ajenas a los efectos del coronavirus El miedo al contagio y propagación del Covid-19 ha afectado por igual a sectores tan dispares como el tecnológico (la cancelación del Mobile World Congress de Barcelona), el turístico (cientos de usuarios han cancelado o cambiado sus billetes), el automovilístico (Suiza canceló el Salón del Automóvil de Ginebra) o el cinematográfico (varias películas, entre ellas la última entrega de la serie de James Bond, ‘Sin tiempo para morir’, retrasarán su estreno).

El estallido del brote no solo está alterando la forma en la que la gente pasa su día a día, sino también la forma de relacionarse, trabajar y reunirse a lo largo de su jornada laboral.

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En los últimos días, el Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz recordó que, de acuerdo a la Ley de Prevención de Riesgo Laborales, la compañía deberá informar lo antes posibles a los trabajadores que estén o puedan estar expuestos a un riesgo "grave e inminente" en su trabajo, así como "adoptar medidas organizativas o preventivas que, de manera temporal, eviten situaciones de contacto social, sin necesidad de paralizar su actividad".

Entre dichas medidas está el teletrabajo, siempre de forma temporal y extraordinaria. Poco implantado en nuestro país, ya son varias las empresas que, tras registrar positivos en su plantilla o como medida de prevención, están optando por recurrir a esta forma de organización laboral en los últimos días.

¿Estamos ante una oportunidad de oro para impulsar la puesta en marcha de este en España?

España: mucho potencial, pero a la cola de Europa

El coronavirus impulsa el teletrabajo entre las empresas

Si bien, ciertas empresas están apostando por esta forma de trabajo debido a los efectos del coronavirus, el panorama habitual es muy distinto.

Según datos de 2018 de la Encuesta de Población Activa (EPA) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, poco más de 800.000 personas trabajan desde su casa de forma habitual, una cifra que no llega al 5% del total de la población ocupada. La cantidad aumenta si sumamos a los 600.000 que recurren al teletrabajo de forma ocasional, pero apenas suponen un 7% sobre el total.

Además, no es algo que haya cambiado mucho en la última década: en 2006, 600.000 personas trabajan habitualmente desde su domicilio, mientras poco más de 400.000 lo hacían de forma esporádica.

Datos similares recoge el estudio Deep View (elaborado por Notus-asr y financiado por la Unión Europea), que se centra en cinco países con diferentes modelos laborales: Austria, Dinamarca, Estonia, Portugal y España. Los datos no son nada halagadores para nuestro país: entre 2008 y 2016, el porcentaje total de trabajadores que recurría a esta modalidad pasó de un 5,6 a un 6,4%.

En ese mismo período, la media europea pasó del 12,7 a casi 15 puntos. En Estonia creció casi 9 puntos y el vecino Portugal nos adelantó por la derecha: el país luso casi triplicó sus cifras de teletrabajo, pasando de un 5,3 en 2008 a un 14,4% en 2016, un dato que duplica el de España para el mismo período.

Curiosamente y de forma paralela, España ha pujado fuertemente por los despliegues de fibra óptica hasta el hogar (FTTH) como casi ningún otro país europeo.

En un informe del Consejo Europeo de FTTH presentado en 2018, las viviendas españolas con fibra directa hasta el hogar se cifraban en 17,5 millones: un 44% del total, una cantidad relativa a la que solo se acerca Portugal con un 37% de hogares con fibra. O lo que es lo mismo, habría que sumar las tasas de Francia, Italia, Reino Unido y Alemania para alcanzar los datos registrados en España.

Disparidad de casos: Twitter, EY, Bankia, Vodafone…

Las empresas previenen el coronavirus entre sus empleados

No todas las empresas están actuando igual ante la propagación del brote. Un ejemplo de adopción absoluta de este sistema es Twitter, que ha pedido los casi 5.000 trabajadores de la compañía que trabajen desde sus casas en la medida de lo posible y solo de forma obligatoria para las oficinas de Japón, Corea del Sur y Hong Kong.

La red social del pájaro explicó esta decisión en un artículo publicado en su blog que es una gran oportunidad para la plataforma de microblogging, ya que "ya estábamos moviéndonos hacia una fuerza de trabajo más distribuida y remota".

Caso parecido ocurre dentro de nuestras fronteras con EY, la empresa antiguamente conocida como Ernst & Young: tras la detección de un caso positivo de Covid-19, la multinacional ha mandado a sus tres mil trabajadores a trabajar desde casa.

"Estamos todos los profesores de la oficina trabajando. Siguiendo con el protocolo que ayer activó la compañía", cuenta a Radio Nacional José Luis, uno de los profesionales de EY que trabajará de forma remota hasta nuevo aviso, "se está siguiendo el protocolo que ayer activó la compañía. Se están utilizando todos los medios disponibles y se está trabajando con total normalidad".

Caso similar sucede con Bankia, que envió a decenas de trabajadores tras confirmar un segundo caso en sus oficinas madrileñas. Sin embargo, no toda la plantilla ha sido desplazada, como es el caso de Sonia, que ha pedido trabajar a distancia por precaución: "Vivo en una zona donde hay casos y he decidido escogerlo para evitarle riesgos a mis compañeros".

Otras empresas, como es el caso de Vodafone España, han realizado un simulacro para poner a prueba su sistema ante el coronavirus. Este miércoles más de dos mil trabajadores realizaron sus funciones de forma remota.

"En caso de que haya otro caso en Madrid y haya que mandar a la gente a casa, hacemos una prueba previa para que la empresa no colapse", explica Diego Gallart, del comité de empresa, a los servicios informativos de Radio Nacional.

Una gran oportunidad, pero también un gran reto

Las opiniones de los expertos al respecto de si esta situación acelerará la implementación del teletrabajo son dispares. Algunos como Ignacio de Pinedo, consejero delegado del Instituto Superior para el Desarrollo de Internet, afirman que estamos ante una oportunidad de oro para su puesta en marcha definitiva: "Esta crisis está suponiendo un ensayo global del uso de la tecnología".

"No solo para el teletrabajo, sino para otros modelos de negocio también", añade.

Sin embargo, no todo el mundo es tan optimista a este respecto. "El teletrabajo que se va a implantar ahora, salvo que fueran modelos que ya hubiesen adoptado las empresas, va a ser un trabajo a domicilio algo improvisado", cuenta la directora de la Universidad a Distancia de Madrid, Arancha de las Heras, que cree que se irá "tirando con las herramientas que haya disponibles" y que "será difícil mantener a lo largo del tiempo".

Asimismo, no todos los sectores y todas las empresas pueden adoptar el teletrabajo de forma generalizada, como puede ser el caso de la hostelería o el comercio. "De diez puestos que somos, a lo mejor alguno se podría hacer desde casa. Alguna labor administrativa, sí", explica Olaya, administradora de una empresa textil, "Pero hay que trabajar en el almacén, preparar pedidos, atender a los clientes…".

Los grandes beneficiados: las videoconferencias… y el medio ambiente

14 horas - Mundos virtuales para combatir los efectos del coronavirus - Escuchar ahora

La otra cara de la moneda la encontramos en aquellas empresas dedicadas a facilitar el contacto remoto a través de servicios de videoconferencia y similares. Ese es el caso de Virtway, una compañía con sede en Guadalajara que, de forma involuntaria, ha crecido tanto que no es capaz de satisfacer todas las peticiones que ha recibido desde el estallido del brote.

"En las últimas dos semanas hemos recibido un 300 por cien más de solicitudes en eventos virtuales", afirma su director de negocio Ignacio Dieste, "y de todas partes del mundo: Londres, Italia, Asia…". El directivo relata que desde ferias con stand a congresos "sobre todo médicos” se han puesto en contacto con ellos para "evitar el desplazamiento" y trabajar desde su plataforma, que crea un entorno virtual en 3D.

Otro beneficiado de forma secundaria por el efecto del Covid-19 en la actividad empresarial: el medio ambiente. Según un estudio presentado por CarbonBrief, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero se redujeron a la mitad tras los días posteriores al inicio de las vacaciones del Año Nuevo chino y se prolongaron hasta más de un mes después. Asimismo, el estudio recoge que la reducción de los vuelos a la República Popular ha disminuido también las emisiones globales de CO2 un 11% en las últimas semanas: en 2018, los vuelos entrantes y salientes de China fueron responsables del 17% de las emisiones globales de dióxido de carbono.

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