Las autoridades de Lombardía, región del norte de Italia donde se encuentra el foco de coronavirus surgido este fin de semana en el país que se ha cobrado seis vidas hasta el momento, han decidido aplicar un modelo de aislamiento similar al que lleva un mes funcionando en la ciudad china de Wuhan, donde tiene su origen el virus que ya deja 2.592 fallecidos en el país asiático.
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El cerco, que afecta a unas 50.000 personas y del que no se puede entrar y salir sin autorización y bajo sanciones, se aplica a 11 ciudades en torno a la localidad de Codogno, donde se atendió al primer paciente detectado en la zona. La policía y los Carabinieri controlan las entradas y salidas de los residentes, un mecanismo que produce muchos trastornos a los que se quedan dentro, pero que también es efectivo a la hora de contener la propagación.
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"La situación es seria, pero no hacen falta alarmismo"
En estos pueblos, la vida se hace más complicada, pero las autoridades locales hacen un llamamiento a la calma: "No dramaticemos ni espectacularicemos la situación, el riesgo existe y la situación es seria, pero no hacen falta alarmismo ni pánico", explica a TVE el agente de los Carabinieri Claudio Renaldo, que vigila uno de los controles.
Allí, un equipo de TVE ha podido ver como, al poco de establecerse el control, ha llegado un hombre que aseguraba que se sentía mal. La policía ha aislado el coche y ha llamado a una ambulancia que le ha atendido enseguida, pero que no ha considerado necesaria la hospitalización.
Por ahora, solo es posible salir de este perímetro en casos especiales y siempre que se cuente con un permiso oficial. Aquellos que intenten abandonarlo sin cumplir estas condiciones se enfrentan a sanciones, arresto o hasta tres meses de cárcel.
Calles vacías y supermercados bajo mínimos
Calles vacías y supermercados bajo mínimos en las localidades italianas aisladas por el coronavirus
El miedo ha hecho que en muchos supermercados de las localidades de Casalpusterlungo o Vo' Euganeo, dos de las 11 ciudades italianas cuyos habitantes han sido puestos en cuarentena, estén escaseando ya los productos y que las estanterías estén vacías.
A vista de pájaro, sus calles parecen una ciudad fantasma y las únicas aglomeraciones se producen a la puerta de las farmacias, aunque no se acumulan más de cuatro personas a la vez en algunas tiendas. Desde Protección Civil se destaca la gran ayuda del ejército al preparar más de 1.700 camas en cuarteles por si fueran necesarias.
En Vo' Euganeo, una de las dos localidades consideradas focos donde ha fallecido un hombre de 78 años, todos sus habitantes están confinados y se llama a todos los que pudieron tener contacto con el que podría ser el primer paciente contagiado.