La dehesa, un ecosistema que solo existe en la Península Ibérica, es la protagonista de Dehesa, el bosque del lince ibérico, un espectacular documental que cuenta con la participación de RTVE en la producción y del que estrenamos en tráiler en exclusiva antes de su llegada a las salas de cine el próximo 27 de marzo.
El director Joaquín Gutiérrez Acha y el productor José María Morales, responsables de los documentales Guadalquivir y Cantábrico, vuelven a unir sus fuerzas para mostrar un paisaje único, modelado por acción humana, en el que la vida salvaje y el hombre conviven en armonía.
Producido por Wanda Films, Dehesa, el bosque del lince ibérico ha supuesto un esfuerzo de dos años y medio de rodaje, y cuenta el trabajo de sonido del naturalista Carlos de Hita, quien también escribe los textos de la locución.
Dehesa, el bosque del lince ibérico José Ramón Lora
La dehesa es un bosque único en el mundo: encinas, alcornoques y quejigos dan lugar a un campo de batalla donde se retan los grandes herbívoros, donde cazan los elegantes y sigilosos linces ibéricos y las formidables águilas, donde las flores esconden depredadores con camuflajes sorprendentes.
Pero también puede ser un lugar amable que recibe cada año a miles de viajeros de larga distancia, que tienen en estos parajes sus cuarteles de invierno. Buscan un clima más cálido y el alimento más preciado, el oro de la dehesa: las bellotas. La moneda de cambio que estos árboles utilizan con los animales para preservar su existencia.
Lince ibérico en 'Dehesa, el bosque del lince ibérico'. José Ramón Lora
En las dehesas ibéricas se concentran las especies más exclusivas de la fauna ibérica: cigüeñas negras, buitres negros, linces ibéricos, águilas imperiales, son solo algunas de las más representativas. Los dos últimos, el lince ibérico y águila imperial, no existen en ningún otro lugar del mundo, son endémicas de la Península Ibérica.
La dehesa es un lugar poblado por el hombre y de fácil acceso, donde cámaras de aficionados y profesionales han recogido cantidades ingentes de imágenes de sus paisajes y habitantes. El reto del equipo de la película ha sido, conseguir enseñar la dehesa de una manera diferente, como nunca antes se había filmado.