Con las elecciones autonómicas en el País Vasco a la vista -podrían adelantarse a primavera, incluso al mes de abril-, en el Partido Popular no hay consenso sobre quién debe ser el candidato a lehendakari, y se ha sembrado incertidumbre sobre la figura del actual presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, mientras en la formación regional se cierran filas a su alrededor.
El propio interesado ha lamentado que haya "mucho ruido" en torno a su candidatura, y este jueves ha asegurado que cuenta con la "confianza en público y en privado" del líder nacional del PP, Pablo Casado. "Tengo la confianza de mi presidente, y Casado debe saber que tiene la confianza del Partido del País Vasco, que va a luchar por defender aquí su proyecto", ha asegurado.
Este jueves por la tarde se reúne la Junta Directiva del partido en Euskadi para analizar el posible adelanto electoral y Alonso ha explicado que aprovechará la reunión para dirigir a sus compañeros un "mensaje de tranquilidad y de confianza" y para pedirles que "no hagan caso al ruido". El líder del PP vasco sostiene así el pulso con la dirección nacional para apuntalar su candidatura.
"Hay mucho ruido y se abren muchas especulaciones que conviene cerrar para preparar al partido", ha insistido Alonso, quien ha subrayado que el PP vasco tiene "un proyecto sólido que sigue adelante y que tiene y va a tener la confianza del partido no solo aquí, sino también en Madrid".
Mientras, fuentes del PP vasco aseguran a TVE que no contemplan la posibilidad de otro candidato que no sea su actual líder para las próximas elecciones.
Alonso ha dejado claro que el PP vasco "no daría el paso" de aprobar su candidatura a lehendakari "sin contar con el apoyo de Madrid", aunque ha insistido en confirmar el proyecto del partido en Euskadi porque "es el que existe y ha sido aprobado aquí".
Apoyo público de Casado a Alfonso Alonso
Hasta ahora, no ha habido mensajes en voz alta que cuestionen a Alonso. El presidente del partido, Pablo Casado, aseguró en una entrevista en TVE el lunes que Alonso tiene "toda la confianza" del partido para ser candidato en las próximas elecciones autonómicas, al igual que Alberto Núñez Feijóo en Galicia o Alejandro Fernández en Cataluña. Casado y Alonso se reunieron en Madrid la semana pasada, según ha podido saber TVE.
Precisamente, Feijóo ha alabado este jueves a Alonso, al que considera un "excelente político" en sus etapas como ministro y al frente del PP vasco, y le ha calificado como "comprometido" con el "pasado, presente y futuro" del partido en Euskadi.
Sin embargo, en Génova hay dudas sobre el futuro político de Alonso -que apoyó en las primarias del partido a la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría- y su capacidad para liderar una alternativa al PNV, que gobierna en Euskadi apoyado en el PSE. Algunas voces del partido consideran que debería haber un relevo para impulsar las posibilidades electorales del partido, mientras otros prefieren esperar a que los resultados en las urnas dicten sentencia.
El martes, la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, aseguró que el actual líder del PP vasco puede ser candidato en las próximas elecciones autonómicas, pero ha admitido que ahora hay que ver como se fragua el pacto con Ciudadanos.
En la misma línea, el senador Javier Maroto señaló que los órganos de dirección del PP tienen que pronunciarse sobre el posible acuerdo con Ciudadanos y debatir sobre programas y candidaturas.
La posible coalición con Ciudadanos podría alterar el tablero
Desde Génova apuntan a las posibles exigencias del partido 'naranja' como palanca que podría forzar un cambio en el liderazgo, si en las negociaciones con los 'populares' se acuerda la introducción de un nuevo candidato no tan identificado con los 'populares'.
En este terreno, podría llegar a buscarse una figura relacionada con las víctimas del terrorismo, como la eurodiputada Maite Pagazaurtundua, uno de los nombres que se ha oído en el PP vasco como alternativa si se produce un relevo en las listas.
Para las citadas fuentes del PP vasco, se trata de un escenario difícil de concebir dada la fuerza real de Ciudadanos en el País Vasco, sin apenas militantes, sin poder en ninguna institución y que apenas sumó 21.000 votos en las elecciones de 2016, por los 107.000 de los 'populares'.