La grabación de una supuesta conversación entre Donald Trump en la que ordena a sus subordinados a destituir a la exembajadora estadounidense en Ucrania, Marie Yovanovitch, ha allanado el caso para los demócratas, que este viernes han concluido sus acusaciones por las que buscan la destitución del presidente.
La cadena ABC ha sido la primera en informar de la existencia de un audio -que no ha hecho público- en el que Trump exige, supuestamente, la salida de Yovanovitch. "¡Deshaceos de ella! Me da igual Sacadla mañana. No me importa. Mañana. ¿De acuerdo? Hacedlo", son las palabras del mandatario. Según la cadena, la conversación se produjo durante una cena privada en su hotel en Washington el 30 de abril de 2018, casi un año antes del cese de la diplomática.
Lev Parnas participó en dicha conversación, un ucraniano que fue socio del abogado personal de Trump, Rudy Giuliani. Parnas está acusado de vigilar ilegalmente a Yovanovitch, una cuestión que ha llevado a Ucrania a abrir sus propias pesquisas. Según ha adelantado el diario The New York Times, el antiguo socio de Giuliani ha entregado este mismo viernes la grabación de los audios al Comité de Inteligencia del Congreso demócrata. Y de ser cierto, el audio allanaría los argumentos para los demócratas, que insisten una y otra vez en que todavía queda mucha información por salir a la luz.
La Casa Blanca nunca ha negado las supuestas presiones de Trump para el despido de la diplomática, pero no ha confirmado ni desmentido la autenticidad de la grabación. Simplemente se ha limitado a informar de que el Gobierno tiene derecho a nombrar a gente de su confianza. De hecho, el propio Trump arremetió contra la embajadora durante su comparecencia ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes.
La campaña contra Yovanovitch, clave en la trama ucraniana
Yovanovitch estuvo al frente de la legación estadouniense en Kiev entre 2016 y mayo de 2019. Era conocida por su incansable lucha contra la corrupción, especialmente contra el exfiscal general ucraniano Yuriy Lutsenko, lo que podría haber irritado al presidente si quería ganarse la colaboración del Gobierno ucraniano en la investigación a los Biden que centra el impeachment.
La embajadora testificó ante el Congreso en noviembre de 2019 que se vio obligada a poner fin a sus 33 años de carrera diplomática por la campaña de desprestigio orquestada en su contra. Una campaña que, según la acusación demócrata en el juicio, se nutrió fundamentalmente de "calumnias" difundidas sin pudor por el propio Giuliani.
Yovanovitch ha adquirido gran protagonismo durante el juicio político, porque aseguró haberse sentido amenazada por el presidente cuando se refirió a ella como "malas noticias" durante una conversación con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelensky.
Marie Yovanovitch, que hasta el pasado mayo fue la embajadora de EEUU en Ucrania y que supuestamente fue depuesta por presiones del presidente Donald Trump, ha comparecido como testigo en las audiencias públicas de la investigación de la Cámara Baja y que podrían derivar en un juicio político al mandatario.
Lev Parnas, el asociado arrepentido
Parnas y su compañero Igor Fruman fueron detenidos en octubre de 2019 acusados de participar en una campaña de espionaje en Ucrania y de violar las leyes de financiación electoral para el beneficio de Trump. Parnas está ahora bajo arresto domiciliario.
En las últimas semanas, su figura se ha vuelto un tanto incómoda para Trump al haber filtrado varios documentos, mensajes y correos electrónicos sobre sus negocios en Kiev al Partido Demócrata. En cuestión de meses, Parnas, un migrante ucraniano en Estados Unidos, pasó de alabar en público al presidente, a asegurar que era plenamente consciente de la campaña extraoficial que su Administración habría conducido en Kiev para espiar a principal rival político, Joe Biden.