El presidente de EE. UU, Donald Trump ha acudido este viernes a la mayor marcha antiabortista que se celebra anualmente en el país norteamericano. Durante su discurso, convertido en mitin electoral, ha pedido el voto de las mujeres conservadoras que se oponen frontalmente al derecho a abortar.
De esta forma, Trump se ha convertido en el primer presidente estadounidense que ha participado en la 'Marcha por la vida', una manifestación que se celebra desde hace 47 años y que reúne en el corazón de Washington a miles de familias y fieles de congregaciones religiosas contrarias al derecho al aborto. El Tribunal Supremo estableció este derecho en 1973.
"Los niños no nacidos nunca han tenido un defensor tan firme en la Casa Blanca", ha proclamado Trump ante un mar de simpatizantes que le jaleaban, algo poco habitual en un Washington abrumadoramente demócrata e inmerso estos días en el impeachment al presidente.
"(Los demócratas) vienen a por mí porque estoy luchando por ustedes, estoy luchando por aquellos que no tienen voz. Y ganaremos, porque sabemos cómo ganar", ha sentenciado.
Los conservadores, un nicho de votantes
El discurso, que estuvo acompañado por música y parafernalia electoral, ha ofrecido un ambiente similar al de los mítines de campaña de Donald Trump. El presidente despejó las dudas al pedir el voto de las asistentes en las elecciones presidenciales de noviembre.
"Hoy, millones de mujeres extraordinarias en todo Estados Unidos están usando el poder de sus votos para luchar por el derecho a la vida", ha celebrado el mandatario.
Trump, que hace dos décadas se declaraba "muy a favor" del derecho de las mujeres a decidir sobre su embarazo, vio en 2016 un jugoso nicho de votantes entre los conservadores sociales y cambió su posición, además de rodearse de férreos representantes de esa tendencia como su vicepresidente, Mike Pence.
"Desde que llegué al poder, he tomado medidas históricas para apoyar a las familias estadounidenses y proteger a los no nacidos", aseguró Trump, quien no se ha olvidado de recordar que ha batido récords a la hora de nominar a jueces conservadores que pueden otorgar victorias a los antiabortistas en los tribunales.
Los asistentes de la "Marcha por la vida", entre ellos muchos adolescentes llegados en autobuses fletados por sus parroquias desde distintos puntos del país, planeaban marchar hasta el Tribunal Supremo para pedir la derogación de la decisión que en 1973 legalizó el aborto a nivel nacional.