La huelga de transportes continúa en Francia, por tercer día consecutivo, para intentar doblegar al gobierno en su intención de reformar el sistema de pensiones. Las movilizaciones prometen un fin de semana de lucha sostenida antes de una nueva prueba de fuerza el martes, cuando está prevista una nueva jornada de manifestaciones.
El primer ministro Edouard Philippe será el encargado de entregar el nuevo proyecto de gobierno para reformar las pensiones de los jubilados franceses. Philippe ha prometido que lo hará el miércoles, alrededor del mediodía, en la sede del Consejo Económico Social y Ambiental que integra a patronal, sindicatos y asociaciones sociales.
Entre tanto no hay previsiones de mejora en ninguna de las redes de transporte ni durante el fin de semana ni el lunes.Este sábado, la SNFC, la Sociedad Francesa de Ferrocarriles, informaba de una expectativa de circulación del 15% de los trenes de cercanías y de un TGV, tren de alta velocidad, de cada seis.
Por su parte la RTP, la red de Transporte metropolitano, confirmaba también el cierre de nueve líneas de metro.
Cortes en el transporte internacional terrestre
Las conexiones internacionales también se verán afectadas con la reducción da uno de cada dos trenes de Eurostar y dos de cada tres para el Thalys y ninguna para las conexiones con Suiza e Italia. La única excepción es el transporte aéreo que apenas sufrirá por nuevas cancelaciones de vuelos ni nacionales ni internacionales. No se descarta sin embargo que se produzcan algunos retrasos.
Las compañías Air France, Transavia France así como easyJet han confirmado que esperan poder cumplir con todos los vuelos programados. Solo la irlandesa de bajo coste Ryanair ha declarado verse obligada a anular el sábado algunos vuelos aunque sin facilitar cifras ni detalles concretos.
A los problemas ocasionados por la huelga de transporte se suman los ocasionados por los camioneros con acciones de bloque en numerosas rutas importantes de la geografía francesa. Su protesta, en este caso contra la subida prevista de impuestos sobre el diésel, ha causado durante todo el día atascos y cortes de tráfico. Según la OTRE (Organización de Transportistas Europeos) las acciones de protesta cesarán en cuanto caiga la noche para evitar riesgos en la seguridad.
Nuevas manifestaciones y disturbios
Además de los cortes en los transportes, cerca de tres mil personas, según la policía, han marchado hoy en Nantes (en el noroeste francés) contra las pensiones y la precariedad laboral en una manifestación marcada por los enfrentamientos entre fuerzas del orden y manifestantes encapuchados y con el rosto cubierto.
La violencia, según la policía, tuvo su origen en unos quinientos radicales de ultraizquierda y de los llamados Black blocks, incluso antes de que comenzase la manifestación convocada a las 14h por el sindicato CGT y que comenzó a degenerar una hora más tarde.
Según la policía, los violentos lanzaron proyectiles, botellas y adoquines contra la prefectura de policía que respondió con gases lacrimógenos y la detención de varias personas
Duro pulso entre inmovilismo y reformismo
La reforma de las pensiones es una de las apuestas más arriesgadas del presidente Emmanuel Macron que, contra viento y marea, sigue dispuesto a afrontar problemas que no fueron abordados en los últimos treinta años. Reformas que se consideran tan impopulares como necesarias.
Es esta impresión, la de un dirigente audaz, la principal razón para que el 39% de los franceses sigan dando su apoyo a Macron, según la encuesta de Harris Interactiva publicada el pasado lunes 2 de diciembre. Dentro del propio gobierno se interpreta esta reforma como la gran prueba, considerando que de su resultado depende que Macron prosiga o fracase en su gobierno reformista.
Las pensiones, la madre de todas las reformas
Tanto sus defensores como sus detractores coinciden en que la reforma de las pensiones es la "madre de todas las reformas". Entre los objetivos de esta reforma está el de unificar los más de 40 tipos de regímenes de pensiones de jubilación existentes a uno en el que cada euro cotizado de los mismos derechos a todos los trabajadores, sin distinción entre públicos y privados.
Hasta el miércoles, cuando el primer ministro, de a conocer los detalles del proyecto de reforma, es difícil saber quiénes se verán más perjudicados y quienes más beneficiados pero en su conjunto, puede decirse que el sistema francés es deficitario. Un déficit de dos mil novecientos millones de euros en 2018, es decir, alrededor del 0,1% de PIB (Producto Interior Bruto).
Un informe del Consejo de Orientación para los Jubilados (el COR) del pasado noviembre, estima que este déficit podría alcanzar entre ocho y diecisiete mil millones de euros en 2025.