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'Brexit'

El presidente del Parlamento británico impide a Johnson someter a votación su acuerdo del 'Brexit'

  • John Bercow asegura que sería "repetitivo" volver a debatir sobre la misma cuestión que se votó el sábado

  • Johnson mantiene el pulso y pretende sacar adelante la ley del Brexit el jueves para consumar el Brexit el 31 de octubre

PALOMA DE SALAS
5 min.

El speaker del Parlamento británico, John Bercow, ha impedido a la Cámara baja celebrar este lunes la votación decisiva sobre el acuerdo del Brexit porque ya tuvo ocasión de hacerlo el pasado sábado. Bercow ha argumentado que sería "repetitivo y desordenado" volver a debatir y votar sobre la misma cuestión en 48 horas, teniendo en cuenta que el Parlamento aplazó su pronunciamiento hasta que se ratifique la legislación del Brexit.

"Las dos mociones [presentadas por el Gobierno el sábado y hoy] son las mismas. Pero esta cuestión fue decidida hace menos de 49 horas, después de más de tres horas de debate", ha explicado. Su decisión era de esperar, puesto que ya bloqueó en marzo una votación del acuerdo de Theresa May al ampararse en una norma de 1608, que establece que la Cámara no puede debatir y votar la misma cuestión más de una vez durante la misma legislatura.

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La complejidad de la cuestión ha llevado al portavoz a evaluar también si habían cambiado las circunstancias externas a la Cámara en los últimos días tras la solicitud de prórroga enviada por Johnson el sábado, pero Bercow considera que la petición "forma parte del proceso [lo hizo forzado por la ley y el Parlamento], y no es un hecho significativo".

Aunque su decisión era de esperar, el speaker se ha visto obligado a defender su decisión ante la insistencia de varios diputados partidarios del Brexit, que en varias ocasiones le han acusado de imparcialidad. "Nada de lo que he dicho afecta de ningún modo la oportunidad que tiene el Gobierno para lograr los apoyos necesarios antes de final de mes. Si al Gobierno le salen las cuentas, ganará", ha asegurado.

Diez días para ratificar la ley con un ambicioso calendario

Downing Street está convencido de que tiene garantizados los 320 votos necesarios para sacar adelante el pacto y pretende aprobar el proyecto de ley del proyecto de ley del Brexitpara consumar el divorcio el 31 de octubre. Pero también tiene que pasar por la Cámara de los Lores, quienes, a diferencia de los Comunes, no tienen límite de tiempo para debatir las cuestiones. Este ambicioso plan no está garantizado, puesto que antes deberá ser aprobado por un Parlamento donde muchos consideran imposible completar el trámite en tres días. "Todo aquel que vote en contra del calendario estará votando en contra de que haya Brexit el 31 de octubre", ha avisado el portavoz parlamentario del Gobierno, Jacob Rees-Mogg, de modo que el resultado negativo de esta votación podría, en teoría, traducirse en un aplazamiento autómatico.

Si al Gobierno le salen las cuentas, ganará la votación

La tramitación de la ley requiere tres lecturas en los Comunes y tres en los Lores. El procedimiento habitual permite presentar enmiendas durante la tercera lectura, pero el Gobierno ha propuesto que se presenten enmiendas este mismo martes, durante la segunda lectura. Esta votación podría servir de termómetro, puesto que serviría para indicar los apoyos con los que cuenta el Gobierno, que en cualquier caso pueden variar en las siguientes fases.

Por si fuera poco, Johnson podría retirar el proyecto de ley si la oposición consigue enmendarlo con la convocatoria de un segundo referéndum o una nueva negociación para que el país permanezca en la unión aduanera, dos cuestiones inadmisibles para Johnson y que inevitablemente requieren una prórroga. En este sentido, aunque el Partido Laborista planea apoyar la primera, cabe recordar que los Comunes han sido incapaces de encontrar un plan alternativo para desbloquear el divorcio en lo que va de año.

El acuerdo cerrado entre Londres y Bruselas, que aún debe superar una votación en el Parlamento británico, desencalla el obstáculo que suponía la frontera de Irlanda del Norte y modifica la declaración política sobre la futura relación.

Malestar en la oposición por la ausencia de Johnson

El primer ministro no ha estado presente durante el anuncio de Bercow, ni tampoco en el posterior debate sobre la solicitud de prórroga que envió a regañadientes a Bruselas. El ministro del Brexit, Steve Barclay, ha sido el encargado de defender la legalidad de la petición al recordar que el propio presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ya ha iniciado los contactos con los Veintisiete, si bien ha vuelto a recordar que esta nunca ha sido la intención ni el deseo del Ejecutivo.

Estoy convencido de que no encontraremos a Johnson cerca de ninguna zanja

El líder de la oposición, Jeremy Corbyn, ha dedicado su primera intervención a afear la ausencia del primer ministro, al que pedido que publique cuanto antes el impacto económico que tendría el divorcio: "El primer ministro no nos ha honrado con su presencia, pero estoy convencido de que, a pesar de su promesa, no lo encontraremos cerca de ninguna zanja", ha ironizado sobre la ocurrente premisa de Johnson, que hubiera preferido "morir en una zanja" a pedir una extensión.

Tampoco el líder del SNP escocés, Ian Blackford, ha aceptado el comportamiento del conservador: "¿Dónde está? ¿Dónde está su respeto a esta Cámara? Está profundamente humillado por la derrota del sábado y no merece nuestro respeto", ha comentado.

El Gobierno mantiene el pulso al Parlamento a solo diez días de la fecha oficial para el Brexit y avisa: ha intensificado los planes planes de contingencia para un divorcio duro porque esta opción sigue sin estar descartada. Mientras, el Parlamento Europeo ha descartado la votación del acuerdo esta semana por el bloqueo en Londres, y la Unión Europea permanece a la espera del desarrollo de los acontecimientos para proceder a la negociación de las condiciones de una prórroga que se verá obligada a aceptar.

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