La Policía de Hong Kong disparó este domingo un tiro de advertencia al aire durante las manifestaciones de los activistas prodemocracia. Se trata de la primera vez que esto ocurre desde que comenzaron las protestas.
Según la explicación oficial, seis agentes temieron por sus vidas al verse rodeados por manifestantes que les atacaban con palos y barras de hierro en el barrio de Tsuen Wan, sacaron sus armas y uno de ellos realizó un disparo al aire.
Las manifestaciones de este fin de semana han sido más violentas de lo habitual en un movimiento mayoritariamente pacífico. La Policía ha usado por primera vez cañones de agua mientras grupos de manifestantes les han arrojado ladrillos, cócteles molotov y han montado barricadas.
La Policía cifra en 15 los agentes heridos y en 29 los detenidos, entre ellos un menor de 12 años.
La Policía de Hong Kong ha recibido duras críticas por su exceso de fuerza durante las protestas. Una de las demandas de los manifestantes es el establecimiento de una comisión independiente que investigue la brutalidad policial. El mismo domingo tuvo lugar una marcha de familiares de policías para pedir al Gobierno que no utilice a los agentes como "chivos expiatorios" para solucionar el conflicto.
Las protestas comenzaron como oposición al proyecto de ley para extraditar a China a quienes cometieran crímenes en Hong Kong, pero han continuado después de que la presidenta del gobierno del territorio, Carrie Lam, diera marcha atrás. Los activistas reclaman una democratización del gobierno y se oponen a que Hong Kong pierda sus libertades al integrarse en China.
Tras recuperar la soberanía del territorio de manos británicas en 1997 y bajo la fórmula "Un país, dos sistemas", el Gobierno chino se comprometió a mantener la autonomía de Hong Kong y a respetar una serie de libertades de las que no gozan los ciudadanos de la China continental hasta 2047.