La inclusión de Huawei en la “lista negra” de Trump y el consiguiente veto de Google han puesto contra las cuerdas a la empresa china que, de tener que optar por un sistema operativo propio como alternativa a Android, podría ver cómo caen las ventas de sus 'smartphones' en el marco de una ardua guerra comercial en la que este fabricante se convierte en la primera víctima.
“La única salida para Huawei es que lleguen a un acuerdo y que el veto se levante”, asegura a RTVE.es el director del Máster de Desarrollo de Aplicaciones para Móviles de la UOC Carles Garrigues, experto en tecnología móvil, que considera que la principal consecuencia del bloqueo de Google para el gigante chino es quedarse desprovisto de Android para sus equipos.
Prescindir de Android, el mayor problema
Ante este hecho, Huawei ya ha abierto la posibilidad de implementar su propio sotfware que -de forma previsora- ya estaba desarrollando. Sin embargo, apostar por esta medida no salvaría al fabricante de la “catástrofe”, señala Garrigues.
“Si fuese para ellos buena opción no hubiera sido un plan B. Cambiar de sistema operativo implica empezar con una plataforma de descarga de aplicaciones desde cero y hacerlo frente a la App Store de Apple o el Google Play de Android, que son monstruos, es imposible”, señala el experto, que recuerda el fracaso que ya supuso esa maniobra para Windows Mobile o Firefox OS.
Antes de adquirir un teléfono móvil de Huawei, el consumidor ya sabrá que encontrará “una milésima parte” de las aplicaciones que sí están disponibles para teléfonos de otros fabricantes. Esto, explica Garrigues, sería decisivo para los usuarios, pero un sistema operativo propio también obligaría a millones de empresas presentes en iOS y en Android a desarrollar sus aplicaciones para una nueva plataforma.
"ZTE lo dijo simple y claro en su momento, anunciaron que paraban toda la producción. La empresa frenaba en seco, pero consiguieron llegar a una cuerdo con Trump", explica en alusión a la sanción comercial que Estados Unidos impuso a ZTE en 2018.
China podría atacar a Apple
Más allá del veto de la compañía de Mountain View, que repercute de forma directa en los consumidores, hay otras empresas tecnológicas que tendrían entre sus planes la restricción de sus suministros a Huawei, como los fabricantes de microprocesadores Intel, Qualcomm o Xilinx.
Como consecuencia del nuevo paso al frente por parte del Gobierno de Donald Trump en su batalla comercial contra China, también cortarían relaciones con Huawei la alemana Infineon y las estadounidenses Qorvo, Micron, Western Digital o Lamentum Holdings.
Según datos de Evercore, Huawei se gasta cada año unos 20.000 millones de dólares (unos 18.000 millones de euros) en material electrónico y de telecomunicaciones, siendo precisamente Intel, Xilinx y Broadcom algunos de sus mayores proveedores, por lo que estas empresas perderán a uno de los clientes más poderosos de la industria.
“En general es una noticia claramente negativa para todo el sector, incluidas todas la compañías, porque no hay ninguna que se salve“, subraya el director de Admiral Markets España, Juan Cadiñanos, que considera que China no será un mero “receptor de ataques”, porque en otras circunstancias nunca ha dado “su brazo a torcer”.
El contrataque podría venir, apunta, por una nueva subida de aranceles o en forma de amenazas contra empresas estadounidenses como Apple.
“Para Apple la fabricación de dispositivos en China le permite tener una mano de obra ridícula. Ha visto cómo dispositivos de Samsung o Huawei le han ido ganando la partida, así que, si además tiene que gestionar costes mayores por fabricar fuera de China, el problema para su producción será una realidad”, explica Cadiñanos.
Con él coincide el matemático, economista y CEO de Coowry, David Moreno, convencido de que China tomará medidas y de que “no serán tímidas”, puesto que aspira a ser un líder global.
“Como en cualquier guerra, sale perdiendo todo el mundo. Se llegará a una paz y a un acuerdo comercial, pero lo que te has dejado por el camino no lo recuperas”, subraya Moreno, que recuerda que China también es el mayor acumulador de deuda estadounidense del mundo.
La batalla por el control del 5G
Por el momento, la tensión no se ha reflejado de manera significativa en los mercados financieros, pero este lunes la mayoría de fabricantes de circuitos integrados, equipos de telecomunicaciones y dispositivos móviles de Estados Unidos han registrado caídas en Bolsa. Y Apple, que compite con Huawei en el mercado de teléfonos móviles, se ha dejado un 3,18%.
“Las implicaciones para el resto del mundo también son negativas porque Huawei no es que solo venda 'smartphones'; es que todas las infraestructuras de 4G y la apuesta por el 5G también van de su mano”, añade Moreno, que considera que el veto podría dejar a Estados Unidos rezagado en el despliegue de esta tecnología.
De hecho, para que el 5G se convierta en realidad en 2020 como está previsto es necesario hacer modificaciones en la infraestructura de las redes, labor para la que Huawei se torna imprescindible dado que es el principal proveedor en el mundo.
Pese a haber sido vetado en Estados Unidos, Japón, Australia y Nueva Zelanda por las sospechas de que el Gobierno chino pudiera usar las nuevas redes para espionaje, el fabricante chino tiene firmados 40 contratos con operadoras para el despliegue del 5G: 23 en Europa, incluyendo entre los países a Reino Unido, Alemania y España; 10 en Oriente Medio; 6 en Asia-Pacífico y 1 en África.