Los cosmonautas que se encuentran en la Estación Espacial Internacional (EEI) han subsanado una pequeña fuga de aire en la nave Soyuz MS-09, que se encuentra adosada en el segmento ruso de la plataforma, según ha informado este viernes Roscosmos, la agencia espacial de Rusia.
Los sistemas de la EEI detectaron el pasado miércoles una pequeña pérdida de presión producto de un diminuto agujero en el casco de la Soyuz, causado probablemente por el impacto de un micrometeorito.
Según un comunicado de Roscosmos, la avería no supuso ninguna amenaza para la seguridad de los tripulantes de la EEI. Fuentes de la industria espacial rusa citada por la agencia oficial RIA Nóvosti, han indicado que no se planea ni la evacuación de los tripulantes de la EEI ni en el envío de una Soyuz de reemplazo, porque el escape no se produjo en el casco del módulo de descenso de la nave.
Aseguran que ya no hay escape
Los cosmonautas rusos Oleg Artémiev y Serguéi Prokópiev repararon la fuga, tras lo que verificaron en dos ocasiones, con un intervalo de varias horas, la hermeticidad del casco de la Soyuz.
"El kit de reparaciones que hay en la estación consta de varios elementos, pero el principal es la resina epoxi, la misma que se vende en los comercios. Se pone un parche, se cubre este con resina y se pone fin al escape", ha explicado al canal de televisivo Rossía 24 el cosmonauta ruso Maxim Suráyev, que ha cumplido dos misiones en la EEI.
El director ejecutivo de Roscosmos, el excosmonauta Serguéi Krikaliov, ha asegurado este viernes que en la EEI "todo va bien". "La tecnología para sellar los agujeros consta de varias etapas, y la más importante se hizo ayer, cuando se puso el parche", ha explicado Krilaliov, quien ha subrayado que las comprobaciones muestran que ya no hay escape.
En todo caso, ha añadido, "como es habitual, se estudia cómo poner una segunda capa encima del parche normal para mayor garantía". Además de Artémiev y y Prokópiev, a bordo de la EEI se encuentran los estadounidenses Drew Feustel, Ricky Arnold y Serena Auñón-Chancellor, y el alemán Alexander Gerst de la Agencia Espacial Europea.
La EEI, un proyecto de más de 150.000 millones de dólares en el que participan 16 naciones, actualmente está integrada por 14 módulos permanentes y orbita a una velocidad de más de 27.000 kilómetros por hora a una distancia de 400 kilómetros de la Tierra.