El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y la líder del partido en Cataluña, Inés Arrimadas, han retirado lazos amarillos en Alella, un pueblo de Barcelona, este miércoles sumándose así a la campaña abierta para quitar estos símbolos en apoyo de la independencia y de los políticos presos por el 'procés'. Poco después de retirarlos -entre aplausos de algunos simpatizantes y abucheos e insultos de algunos vecinos- estos últimos los han vuelto a colocar en el mismo sitio.
Los dos líderes del partido naranja han llevado a cabo esta acción como acto previo a la concentración celebrada esta misma tarde frente al Parque de la Ciutadella de Barcelona, donde el pasado sábado una mujer, esposa de un militante de la formación política, fue agredida por retirar lazos amarillos, según ha denunciado ante la Policía Nacional. La manifestación, convocada por Cs y a la que han acudido centenares de personas, ha contado con el apoyo expreso del PP y la presencia de varios dirigentes de este partido.
El presunto autor de los hechos ha sido detenido este mismo miércoles por la Policía Nacional acusado de un delito de odio y otros de lesiones. El juez le ha dejado en libertad con cargos y le ha impuesto una orden de alejamiento de 500 metros de la víctima. Rivera ha comparado esta agresión con la que sufrieron dos guardias civiles y sus novias en Alsasua (Navarra) en octubre de 2016.
Rivera explican que quieren "limpiar el espacio público"
En declaraciones a los medios recogidas por Efe por la mañana, Rivera ha explicado que han querido "limpiar el espacio público" de simbología independentista e ideológica como hacen otros muchos ciudadanos, una acción que mantendrán hasta que Sánchez aparque la "pasividad" y "reaccione" ante esta "ocupación" garantizando la convivencia y la neutralidad.
Según Rivera, muchos catalanes están retirando lazos amarillos cuando esto debería hacerlo el Estado, porque estamos en una "situación de excepción en la que el Estado no hace su trabajo y el Gobierno mira hacia otro lado".
Arrimadas ha denunciado también que los independentistas quieran "patrimonializar" un espacio público que es de "todos" con unos símbolos que "excluyen a más de la mitad de los catalanes".
Puigdemont llama a la serenidad y a "no escalar un conflicto de los lazos"
Por su parte, el expresidente catalán Carles Puigdemont ha hecho un "llamamiento" a "no escalar un conflicto sobre los lazos amarillos" y ha instado a "hacer frente con serenidad y sin caer en provocaciones" ante quienes "han diseñado y alentado una escalada de confrontación".
En un vídeo publicado en su cuenta personal de Twitter, el líder de Junts per Catalunya (JxCat) ha asegurado que "todas las expresiones tienen cabida en las calles de Cataluña", pero ha añadido que "nunca" se ha de hacer "ninguna concesión a la violencia y la censura", ha aseverado.
Esta misma mañana, el presidente del PP, Pablo Casado, ha llamado a "actuar contra quienes ponen lazos amarillos, sobre todo en patrimonio histórico y en edificios oficiales"; ha mostrado su apoyo "a todas las personas" que quieren retirarlos; ha criticado que los Mossos identifiquen a estas últimas personas; y ha pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que "actúe" y "deje de ser rehén de independentistas".
Por su parte, el líder del PSC de Barcelona y secretario de Política Municipal del partido, Jaume Collboni, ha acusado al Govern, al independentismo, a Ciudadanos y al PP de usar los lazos como "armas de distracción masiva", y ha hecho un llamamiento a la "responsabilidad" y a "no inflamar el conflicto".