El barco de la ONG española Proactiva Open Arms, sigue navegando sin puerto de destino, entre Túnez y Cerdeña, después de rescatar el pasado jueves a 87 personas en aguas del Mediterráneo, según ha informado a la Cadena Ser Ricardo Gatti, el jefe de misión.
El Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo español será el encargando de gestionar el desembarco del buque, al que por el momento no se le ha asignado ningún puerto, tal y como han confirmado fuentes de la organización.
Desde el Gobierno de Pedro Sánchez todavía no se ha dado autorización al buque para que atraque en alguno de los puertos españoles con las 87 personas rescatadas, entre las que hay ocho menores de edad, seis de ellos no acompañados.
Gatti ha manifestado que esperan que a lo largo de este lunes les comuniquen a qué puerto pueden ir y ha apuntado que han pedido a España que les indiquen un puerto para desembarcar, porque Malta "tiene sus puertos cerrados" y de Italia "ya se sabe su postura".
Durante el rescate, que se produjo tras estar dos noches a la deriva, los migrantes "se tiraron al agua" porque pensaban que los rescatadores eran libios, según ha relatado Gatti. "Tenían mucho miedo de ser devueltos a Libia", ha sentenciado.
Consuelo Rumí, la secretaria de Estado para las Migraciones, no ha precisado si España tiene intención de ofrecer un puerto español al buque de rescate. "Ahora mismo no le puedo decir si va a ser así o no", ha declarado a RNE.
Los migrantes descansan a bordo del buque de rescate de la ONG Proactiva Open Arms en el Mediterráneo. REUTERS/JUAN MEDINA
"Cooperación y solidaridad de Europa"
"Si es así, lo que sí puedo adelantar es que pediremos de nuevo cooperación y solidaridad de toda la UE, como ya se hizo con el último barco", ha declarado Rumí. Así, ha manifestado que, si finalmente el buque desembarca en España, el Ejecutivo pedirá un "reparto solidario entre la UE". En cualquier caso, ha hecho hincapié en la necesidad de "esperar" para ver si "hay un puerto cercano más seguro".
El buque de rescate Open Arms ha desembarcado en España en dos ocasiones este verano tras recibir la autorización del Ejecutivo español. El pasado 4 de julio llegó a Barcelona con 60 migrantes a bordo y el 21 desembarcó en el puerto de Palma a una mujer de Camerún y a los cadáveres de una mujer y un niño.