Este lunes 30 se celebra el Día Internacional contra la Trata de Personas con la intención de concienciar sobre la situación de las víctimas y para promocionar y proteger sus derechos. Las víctimas del tráfico de personas se ven sometidas a las más diversas formas de explotación y abusos como la prostitución, trabajos forzados, torturas, amenazas, mendicidad, matrimonio forzosos, trasplante de órganos, entre otros.
Según UNICEF casi un tercio de los afectados por la trata son menores de edad. Los datos de un informe realizado por Manos Unidas añade que un 30% de las víctimas son niños y un 70% son mujeres y niñas. En algunas regiones como África subsahariana o América Central, esta proporción aumenta hasta el 64% y 62% respectivamente.
Este es un problema global ya que todos los países están afectados por la trata, ya sea como país de origen, tránsito o destino. El informe de Manos Unidas señala que se han identificado víctimas hasta de 152 nacionalidades localizadas en 124 países del mundo.
En el 5% de los casos atraviesan el mundo entero a través de 510 corrientes intrarregionales y provienen de las regiones más pobres de Asia Oriental y Meridional y del África subsahariana. Según el último estudio de la Fundación Reuters, India es el país donde más peligro corren las mujeres de ser víctimas de trata de personas. En Nepal más de 8.000 niñas y mujeres sufren este grave problema cada año.
Captación y coacción
Joaquín Sánchez-Covisa, fiscal de extranjería de España, explica en declaraciones a EFE que normalmente "se logra su captación abusando de su patente necesidad y su escasísima formación". "La mayoría son captadas con engaños y falsas promesas de desarrollar un trabajo provechoso de tal forma que la víctima cuando accede, se compromete a pagar una cantidad 'desorbitante' de dinero que deberán satisfacer en los plazos que le señalen una vez que obtenga beneficios por su trabajo" añade.
Por otro lado, el rapto y la coacción de personas también son dos de los rasgos característicos de captación de las víctimas: "Unos hombres me metieron en una furgoneta, me drogaron y me llevaron a la selva. Allí abusaron de mí. Después me llevaron a la casa de uno de ellos, que tendría unos 50 años, de donde no podía salir. Pasé meses encerrada y él le decía a los vecinos que yo era su esposa " explicó a Manos Unidas Karina, una chica que a los 15 años fue raptada en la calle.
Trata en España
En España, las más de 600 investigaciones en relación con este delito revelan que desde 2012, más del 86% están relacionadas con la explotación sexual y que las principales procedencias de estas personas son Nigeria, Rusia, Rumanía, Bulgaria, Ucrania, China, Paraguay y Colombia.
Del estudio de las diligencias de seguimiento abiertas en 2017 en la Unidad de Extranjería resulta que de las 289 víctimas que constan identificadas, 114 son de origen africano, siendo 113 de ellas de nacionalidad Nigeriana entre las cuales se encuentran 14 menores. "España se ha convertido en un país de destino para la comisión de delitos contra la trata de seres humanos" según informa la Fiscalía de Nigeria.
La Fiscalía española indica que una vez realizada la captación se les traslada a España "con suerte en avión y con peor suerte en patera siguiendo la ruta de Libia o desde marruecos".
La dificultad de combatir el delito
Conscientes de que las víctimas identificadas son sólo una parte del total, el Global Slavery Index ha empezado a utilizar un ejercicio de estimación que refleje el número de víctimas que no son detectadas.
Los esfuerzos de Naciones Unidas, la OIT y entidades como Walk free, nos permiten entender mejor cómo se mueve y organiza este lucrativo negocio, que está compuesto tanto por grandes redes organizadas como por pequeños clanes familiares.
Para evitar las redadas y las intromisiones policiales, la prostitución y trabajos forzados se están trasladando a pisos y lugares cerrados, en los que es casi imposible detectar a las personas explotadas. Por otra parte, muchas veces ni el enfoque policial ni los recursos de protección de víctimas son tenidos en cuenta en las investigaciones, por lo que pasan desapercibidos y no son atendidos: "a pesar de existir indicios más que suficientes de comisión del delito casi un 48% de las investigaciones acaban siendo archivadas de manera provisional", lamentan desde la Fiscalía.
Explican que las causas de estos archivos son la falta de pruebas fehacientes de la participación de los investigados, que los autores se encuentran ilocalizables, a veces en el extranjero, y que las víctimas liberadas acaban por no acudir a la sede judicial a ratificar la denuncia o a declarar sobre los hechos enjuiciados.
En el marco del informe de la fiscalía de extranjería se remarca que debido a las condiciones y a la vulnerabilidad de las personas sometidas "es prioritario rescatar a la víctima por encima del buen éxito de la investigación".
Por otro lado, la propia complejidad del delito de trata se combina ahora con nuevos patrones de actuación. Cuando una supuesta historia de amor acaba en malos tratos, abusos y exigencias de dinero a través de la prostitución, o cunado chicas especialmente vulnerables son encontradas en un infierno de drogas y explotación sexual, es difícil ver la trama calculada que subyace debajo, señala UNICEF.