España y Arabia Saudí han firmado este jueves un acuerdo de colaboración en materia de Defensa que allana el camino para el futuro contrato con la empresa Navantia para la construcción y venta de cinco corbetas de tipo Avante 2200 por valor de unos 2.000 millones de euros, así como para la construcción de una base naval en Arabia Saudí, donde atracaran los barcos.
El príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, ha sido recibido por los Reyes y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy además de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, otros seis ministros y empresarios como los máximos responsables de Renfe, Talgo, Indra, Acciona, FCC, Sacyr, Técnicas Reunidas, Abengoa, AENA, Ineco y El Corte Inglés.
A estos convenios, claves para la viabilidad a medio plazo de los astilleros de San Fernando, en Cádiz, donde se construirían las corbetas, y también para los de Ferrol (A Coruña), se sumaría un acuerdo sobre adiestramiento entre las Armadas de los dos países para el manejo de los buques.
Un acuerdo de intenciones entre Gobiernos
El Palacio de la Moncloa ha acogido esta tarde la firma de este acuerdo de intenciones entre el príncipe saudí y la ministra española María Dolores de Cospedal, y donde también ha asistido la presidenta de la SEPI -propietaria de Navantia-, Pilar Platero.
Los ministros de Economía, Fomento, Empleo y Educación, Cultura y Deporte han participado también en la ceremonia de firma de acuerdos con Arabia Saudí celebrada en la Moncloa, donde Rajoy y el príncipe heredero han mantenido una entrevista en la que han explorado vías para intensificar las relaciones políticas y económicas bilaterales.
Asimismo, han presidido una reunión de trabajo entre las delegaciones gubernamentales de los dos países para impulsar la alianza estratégica hispano-saudí, encuentro al que también han asistido la vicepresidenta del Ejecutivo español y el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Alvaro Nadal.
La visita del príncipe heredero y los proyectos de colaboración bilateral previstos por España han suscitado críticas tanto de Izquierda Unida como de varias ONG, entre ellas Amnistía Internacional, Greenpeace y Oxfam Intermón, que han pedido a España que renuncie al contrato de las corbetas y deje de vender armas a Arabia Saudí para no convertirse en "cómplice" de crímenes contra la población civil.