La directora de Comunicación e íntimo asesor del presidente Donald Trump, Hope Hicks, ha dimitido este miércoles, ha anunciado la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
Pese a suponer la cuarta ocasión en la que el puesto queda disponible, la marcha de Hicks no parece haber ocurrido en malos términos con el presidente, quien ha tenido palabras de halago y reconocimiento para la joven, de 29 años.
"Hope es sobresaliente y ha hecho un gran trabajo durante los últimos tres años. Es muy inteligente y considerada, así como una gran persona. Extrañaré no tenerla a mi lado, pero cuando me consultó para buscar otras oportunidades, lo entendí totalmente", ha dicho Trump en un comunicado facilitado por la Casa Blanca. "Estoy seguro de que trabajaremos juntos de nuevo en el futuro", ha agregado.
Por su parte, la propia Hicks ha asegurado que "no hay palabras" para expresar adecuadamente su gratitud al mandatario, y ha deseado al presidente y a su Gobierno "lo mejor".
No está clara la fecha de su marcha
Según ha explicado Sanders, la fecha exacta de su salida de la Administración Trump todavía no está clara. El diario New York Times, que ha adelantado la noticia, informa, citando a fuentes de la Casa Blanca, que Hicks ya había logrado todo lo que quería con este trabajo.
La ya exdirectora se unió a la campaña presidencial de Trump sin ninguna experiencia previa en política, y ha sido una de las personas que más tiempo ha permanecido en el equipo próximo a Trump desde que tomó las riendas de la Casa Blanca.
La noticia se produce un día después de que Hicks testificara ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes en el marco de las investigaciones sobre la supuesta trama rusa, si bien Sanders ha clarificado que su dimisión no está relacionada con la comparecencia, que duró alrededor de ocho horas.
La administración Trump, bajo la lupa por la 'trama rusa'
Durante su intervención ante los congresistas, Hicks se negó a contestar a varias de las cuestiones planteadas como parte de la investigación, que es independiente de la que dirige el fiscal especial encargado de la trama rusa, Robert Mueller.
Sin embargo, la joven reconoció a los legisladores haber dicho "mentiras piadosas" en favor del presidente, aunque nunca sobre nada relevante relacionado con la investigación rusa.
Es por ello, que pese a abandonar la Casa Blanca en las próximas semanas, es probable que el nombre de Hicks siga planeando sobre Washington a medida que avanzan las pesquisas sobre la injerencia del Kremlin y el fiscal especial estrecha el cerco sobre el círculo más próximo al magnate.