WhatsApp es la aplicación de mensajería más extendida, pero no la más segura. Su uso despierta muchas dudas entre los usuarios celosos de proteger la información que comparten, sobre todo desde que los responsables de la empresa anunciaron su intención de cruzar datos con Facebook, la compañía que adquirió este servicio de mensajería en 2014.
Por ello hay servicios de mensajería que se han especializado en reforzar a conciencia la seguridad de sus comunicaciones. Uno de ellos es Signal Private Messenger, la aplicación supuestamente utilizada por Carles Puigdemont para comunicar al exconseller de ERC Toni Comín que "Esto se ha terminado, los nuestros nos han sacrificado", y cuya conversación habría captado una cámara de Telecinco.
Sus creadores definen a Signal como "la seguridad que cabe en tu bolsillo". Entre sus ilustres usuarios, figura el exanalista de la CIA Edward Snowden, quien ha expresado públicamente que la considera la mejor opción para salvaguardar la privacidad de las comunicaciones.
El servicio es gratuito y está disponible tanto para Android como para iOS. Funciona de una manera más anónima a cómo lo hacen otras aplicaciones del estilo de WhatsApp. No es necesario asociar nombres ni cuentas de correo electrónico. Basta con el número de teléfono.
Cifrado de extremo a extremo
Básicamente, Signal funciona como cualquier servicio de mensajería, con ventanas de conversación y la posibilidad de formar grupos. Pero su gran diferencia reside en el cifrado de extremo a extremo, algo de lo que también presume WhatsApp. Sin embargo, Signal no solo protege las conversaciones frente a terceros, sino también frente al propio servicio. Nadie, salvo las partes implicadas, puede interceptar los mensajes.
Además, entre otras muchas opciones de seguridad, no deja realizar capturas de pantalla, pero permite asignar contraseñas para las conversaciones, o hacer desaparecer los mensajes una vez vistos.