El Congreso y el Senado de Estados Unidos han aprobado la propuesta presupuestaria para levantar el cierre de la administración federal de EE.UU. que permitirá al Gobierno funcionar tres semanas más, hasta el 8 de febrero, plazo en el que se deberá abordar un pacto migratorio que ofrezca cobertura a los dreamers (soñadores), los migrantes que llegaron al país siendo menores y cuyo programa de protección caduca, por orden de Donald Trump, el próximo 5 de marzo, para alcanzar un acuerdo presupuestario para lo que queda de 2018.
Con 81 votos a favor y 18 en contra, la Cámara alta, con el apoyo de la mayoría de demócratas, ha accedido a aprobar el texto acordado entre demócratas y republicanos, que después ha sido aprobado en el Congreso y que el presidente Donald Trump ya ha rubricado. El mandatario norteamericano ha firmado la prórroga presupuestaria que dota de fondos a la Administración y ha permitido su reapertura después de un cierre parcial que ha durado 69 horas.
En el Congreso, la decisión, que también incluye proporcionar financiación para el Programa de Seguro de Salud para Niños (CHIP en inglés) durante seis años, ha sido apoyada por 266 legisladores y con 150 votos en contra.
Acuerdo previo entre demócratas y republicanos
Los demócratas consintieron en admitir que se someta a voto final una medida de gasto provisional que durará hasta el 8 de febrero después de que el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, prometiera permitir que un proyecto de ley de inmigración se someta a votación el mes próximo. A su vez, el Partido Demócrata exige que los presupuestos aborden asuntos críticos para ellos, como la crisis de opioides que azota el país, mientras que los republicanos piden la inclusión de fondos para la construcción del muro fronterizo en México.
El acuerdo de mínimos ha sido anunciado por el líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer: "Tras numerosas discusiones, de ofertas y contraofertas, el líder de la mayoría republicana [Mitch McConnell] y yo hemos alcanzado un acuerdo. Vamos a a votar hoy para reabrir el Gobierno y continuar negociando un acuerdo global", ha señalado tras reunirse con su grupo parlamentario.
“El liderazgo republicano tiene 17 días para encontrar una solución para los dreamers“
En cualquier caso, Schumer ha querido dejar claro el compromiso alcanzado, que es tan solo temporal: "En unas horas, el Gobierno federal volverá a abrir. Pero el liderazgo republicano tiene 17 días para encontrar una solución para los dreamers", ha recalcado.
Por su parte el presidente ha celebrado el acuerdo, pero ha advertido de que solo llegará a un pacto sobre inmigración si la propuesta de los legisladores "es buena para el país". "Me alegro de que los demócratas en el Congreso hayan recobrado el sentido", ha señalado Trump en un comunicado leído por su portavoz, Sarah Sanders.
Desbloqueo temporal
El acuerdo presupuestario desbloquea, al menos temporalmente, el funcionamiento de la administración federal, que cerró el pasado viernes a medianoche al agotarse la última prórroga presupuestaria, lo que dejó sin fondos las arcas federales.
Así, unos 800.000 funcionarios no considerados esenciales -de un total de 3,5 millones- han permanecido estos tres días en casa, suspendidos de sueldo, lo que ha provocado el cierre de museos, parques nacionales y otras infraestructuras gestionadas por el Gobierno federal y que no se consideran básicas.
Mientras tanto, republicanos y demócratas han cruzado acusaciones, responsabilizándose unos a otros por el cierre federal. "Los demócratas están bloqueando los servicios y la seguridad de los ciudadanos en favor de los servicios y la seguridad de los no ciudadanos. ¡No está bien!", tuiteaba esta misma mañana Donald Trump.
La inmigración, el gran obstáculo
El presidente estadounidense se refería así a la exigencia demócrata de garantizar algún tipo de cobertura legal para las más de 700.000 personas que llegaron al país de forma irregular cuando aún eran menores de 16 años, los llamados dreamers. Como solución temporal, Barack Obama implantó un programa (DACA, por la siglas en inglés de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) que les permitía trabajar y acceder a determinados derechos, pero Trump ha ordenado su eliminación a partir del 5 de marzo, lo que les expone a la deportación.
Los demócratas, que cuentan con una minoría de bloqueo en el Senado (los republicanos tienen 51 escaños y se requieren 60 para aprobar el proyecto presupuestario), han hecho de este asunto uno de sus caballos de batalla, mientras Trump y los republicanos piden, a su vez, contrapartidas en el ámbito migratorio para proteger a los dreamers; en concreto, quieren incluir en el presupuesto mayores fondos para el control de fronteras y financiación para el muro que el presidente ha prometido construir en el límite con México.
Dado el enconamiento de las posturas, el acuerdo de este lunes puede ser solo un alivio temporal para el presupuesto federal, ya que se antoja complicado cerrar un pacto en poco menos de tres semanas; por el momento, el líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell, se ha comprometido a abrir el debate migratorio a cambio de que los demócratas den luz verde al proyecto presupuestario. Ahora, en cualquier caso, llega lo más difícil: acercar posiciones en un escenario político más polarizado que nunca.