El Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV), una organización no gubernamental que desde hace más de una década supervisa la situación de seguridad en el país, estima que a lo largo de 2017 han muerto un promedio de 15 personas al día por la actuación de las fuerzas de seguridad, ya sean policiales o militares, pese al descenso registrado en el número total de muertes violentas.
Así se recoge en su informe anual, elaborado mediante el seguimiento de los medios de comunicación, las cifras de los organismos oficiales y la realización de entrevistas a ciudadanos, policías y profesionales sanitarios, entre otros.
"Lo que podemos encontrar este año es que ha existido una disminución de los homicidios considerados jurídicamente como tales, pero han aumentado las víctimas de la Policía, como resultado de la violencia del Estado", ha explicado el director del OVV, el sociólogo Roberto Briceño.
Según los datos recopilados por la organización, el número de muertes violentas registradas durante 2017 se reduce un 6,5 %, hasta las 26.616 personas, frente a las 28.479 constatadas a lo largo de 2016; esa cifra supone volver a una tasa inferior a los 90 fallecimientos violentos por cada 100.000 habitantes, si bien Venezuela sigue entre los países con más muertes violentas del mundo.
El sociólogo y director del Observatorio Venezolano de Violencia, Roberto Briceño, en la presentación de su informe anual. EFE
Un policía muerto al día
Del total registrado en 2017, más de 5.500 corresponden a muertes producidas por la actuación de miembros de los cuerpos de seguridad, por las 5.281 muertes consignadas en el informe del año pasado por resistencia a la autoridad.
"Durante 2017, cada semana fallecían 106 personas en manos de funcionarios policiales o militares. Esto da en un cálculo sencillo que la Policía en Venezuela, a través de sus operaciones da de baja […] 15 personas cada día", ha detallado Briceño.
Del otro lado, el responsable del OVV ha explicado que, según sus estimaciones, cada día a lo largo del año se ha producido la muerte de un agente de policía.
El informe también recoge la reducción de efectivos que han sufrido en los últimos doce meses los cuerpos de policías municipales, debido a las renuncias de agentes que prefieren emigrar o pasarse al sector privado, donde están mejor retribuidos.