El PP reconoce que ve mucho más probable una futura Generalitat presidida por el candidato del PSC, Miquel Iceta, que por la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, pese a que las encuestas conceden a esta un resultado muy superior al del 'número uno' del PSC en las próximas elecciones catalanas que se celebran este jueves.
Fuentes de la dirección nacional del PP citadas por Efe admiten este escenario ante el mayor rechazo que provoca Arrimadas entre formaciones que pueden tener la llave de la gobernabilidad de Cataluña, como Catalunya en Comú-Podem.
Ante la tesitura de que gobierne Iceta o los independentistas, dichas fuentes creen que a Ciudadanos no le quedará más remedio que aceptar al candidato del PSC como presidente, antes de entregar el Govern a quienes han intentado dar un golpe a la democracia.
Otra posibilidad, admiten, es que el PSC incluso pueda formar un Gobierno junto a ERC y la marca de Podemos en Cataluña, siempre y cuando los republicanos renuncien a la vía unilateral en el camino hacia la independencia, en una reedición del Gobierno tripartito de Cataluña entre 2003 y 2010.
Tampoco agrada tener una "baronesa" de Ciudadanos
Por otra parte, fuentes 'populares' que cita Europa Press también reconocen que, a un año y medio de las elecciones autonómicas y municipales en el resto de España, no les agradaría ver a Arrimadas convertida en presidenta autonómica, ya que le daría un poder territorial que impulsaría a Ciudadanos en otras comunidades.
Al margen de esto, y respecto a sus propias expectativas ante las elecciones del 21-D, en el PP afirman confiar en que Xavier García Albiol dará la vuelta a las encuestas, que castigan a los 'populares' en Cataluña y que en este caso apuntan a que se convertiría en última fuerza parlamentaria, superada incluso por la CUP, con una importante pérdida de votos.
Creen que en los sondeos sigue habiendo mucho "voto oculto" y que el PP obtendrá unos resultados muy superiores a los que vaticinan las encuestas.
No obstante, alertan del peligro de que al menos tres escaños se decidan por un puñado de votos entre el PP y partidos que impulsan el proceso independentista en las circunscripciones de Lleida, Girona y Tarragona, donde el PP se está jugando escaños con la CUP, ERC y Junts per Catalunya.
Especialmente ajustado puede estar el resultado en Lleida, donde apenas 300 papeletas pueden decantar el escaño de un lado al otro.
Aunque desvinculan un posible mal resultado del PP del liderazgo nacional del partido, lo ajustado del desenlace es la razón de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se esté volcando en estos últimos días de campaña electoral en Cataluña. Rajoy ha desembarcado en Cataluña con el objetivo de frenar el mensaje del llamado "voto útil" a Ciudadanos y de que el voto al PP es un voto "a la basura".