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Lorenzo Silva: "Presentar a dos guardias civiles como héroes literarios fue una provocación en los 90"

  • Silva presenta Tantos lobos, cuatro relatos breves de Bevilacqua y Chamorro

  • La exitosa serie de los agentes de la Guardia Civil cumple 20 años

ANA BELÉN GARCÍA FLORES
4 min.

El escritor Lorenzo Silva define como “un experimento de vanguardia” y “casi una provocación” presentar un relato protagonizado por una pareja de guardias civiles en la España de los 90.

A pesar de recibir el portazo de media docena de editoriales, que anticiparon el fracaso porque “la novela negra no funcionaba en nuestro país y menos con personajes españoles”, Silva continuó confiando en las posibilidades de sus criaturas, y, finalmente, en 1998 salió a la luz El lejano país de los estanques, el primer libro de la serie de los agentes de la Guardia Civil, Rubén Bevilacqua, “Vila”, y Virginia Chamorro.

“Más de un lector me comentó que cuando tuvo el libro en las manos y vio que el protagonista era un guardia civil, lo volvió a dejar en la mesa de novedades como si no le interesara”, señala Silva en una entrevista para RTVE.es sobre el difícil arranque de la saga.

Este rechazo inicial se trocó en una buena acogida, que arrastra a miles de seguidores en pos de los nueve títulos que ya acumula, de los que se han llevado al cine varios episodios, y que le ha reportado al autor madrileño galardones como el Nadal por El alquimista impaciente (2000) o el Planeta por La marca del meridiano (2012).

El escritor cifra como una de las claves del enganche con los lectores, con los que mantiene un continuo feedback, la capacidad de sus personajes para “romper arquetipos”, ya que no son los habituales “héroes ni antihéroes”.

“Son dos trabajadores públicos, dos tipos normales, que meten la pata y la sacan lo mejor que pueden, y yo veo que el éxito o el fracaso de unos personajes literarios va en función de la relación personal que entabla con los lectores”, explica.

A las investigaciones criminales de los agentes se suma ahora Tantos lobos (Editorial Destino), cuatro relatos cortos, dos de ellos inéditos, y con los problemas derivados del uso de las redes sociales como telón de fondo en algunas de las historias, en las que las víctimas son chicas muy jóvenes o niñas.

“Creo que es evitable para una red social la presencia masiva de menores que tienen interacción quizás con quien no deberían tenerla. También se les podría pedir que desarrollaran herramientas tecnológicas para poder contener eso”, reflexiona sobre la responsabilidad de las empresas el autor, abogado de profesión.

"La imagen de la Guardia Civil ha dado un vuelco completamente"

Las narraciones de Tantos lobos pretenden ser un “aperitivo” en la celebración de los casi 20 años que cumple la serie. Silva apunta a que han sido dos décadas de transformaciones, que han viajado paralelas al desarrollo de las novelas, que se pueden abordar individualmente sin riesgo de perderse.

Entre los cambios, el escritor señala a cómo la imagen de la Guardia Civil ha dado “un vuelco completamente” y se ha convertido en una de las instituciones más valoradas por los ciudadanos.

Una tendencia que también coincide con la efervescencia del antaño denostado género policial en España. Un tipo de novelas que se han convertido en altavoz de numerosos temas de calado, en palabras del novelista.

“En el caso de la novela negra española hay asuntos de primer orden y del máximo interés para la sociedad que yo no veo reflejados en otros espacios o géneros literarios con la inmediatez y la profundidad que lo recoge la novela negra. Por ejemplo, el impacto de la crisis y también la contribución que ha tenido la crisis sobre determinadas conductas criminales, todas las que tienen que ver con la corrupción a la que se ha sumado al empobrecimiento”, ahonda el también comisario de Getafe Negro, el festival literario de policiaco del sur de Madrid.

En esta línea aunque no de forma “preconcebida”, la saga de Silva siempre ha corrido pegada a la actualidad, y ha abordado cuestiones como la corrupción o los vaivenes políticos, enmarcados en las pesquisas del cáustico y melancólico subteniente "Vila" y su inseparable compañera, la eficaz sargento Chamorro.

Lorenzo Silva también ha permitido al lector asomarse al funcionamiento interno del Instituto Armado retratado con novelada minuciosidad.

“A mí me interesa mucho y aparece permanentemente en la serie, la relación entre hombres y mujeres, y la dificultad profesional que encuentran las mujeres, especialmente en ámbitos tradicionalmente muy masculinizados como es la Guardia Civil, y por qué no, los aspectos económicos y los medios de los que dispone [el cuerpo] también los reflejo”, señala el escritor, distinguido desde 2010 como guardia civil honorario.

El autor augura un buen futuro a sus sabuesos, que ya peinan canas y acumulan larga experiencia, y “un conocimiento muy profundo de la materia prima que tratan”. “Bevilacqua ya ha cumplido los 50. Los años que vienen son muy interesantes en la carrera de un policía y creo que los personajes aún pueden dar mucho de sí”, concluye.

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