El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha cancelado el viaje que tenía previsto realizar esta semana a la cumbre informal de la Unión Europea que se va a celebrar en la capital de Estonia, Tallin, por la situación que se vive en Cataluña a causa del referéndum independentista del 1-O, convocado por el Govern y suspendido por el Tribunal Constitucional, y por la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.
Tras regresar a Madrid este miércoles después de la entrevista que mantiene en Washington con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Rajoy tenía previsto desplazarse la tarde del jueves a Tallin para asistir a una cena de los líderes de la UE previa a la cumbre que mantendrán el viernes, 29 de septiembre.
Una cita sobre la agenda digital europea que se desarrollará a dos días vista de la fecha en la que los independentistas catalanes pretenden celebrar el referéndum [ver quién es quién en el 1-O].
Sin embargo, la situación que se vive en Cataluña es la que, según fuentes del Gobierno, ha motivado principalmente que Rajoy cancele ese viaje, pero a ello se suma que el viernes el Consejo de Ministros aprobará previsiblemente el proyecto de ley de presupuestos generales del Estado.
El Gobierno ya ha comunicado la cancelación del viaje
Si Rajoy estuviera el viernes en Tallin, los presupuestos tendrían que ser tramitados por el Gobierno sin que él presidiera la reunión del Consejo. Por ello se había barajado la opción de adelantar la reunión del Consejo de Ministros y celebrarla, por ejemplo, el jueves para que Rajoy asistiera a ella y después se desplazara a Tallin.
Finalmente, el presidente del Gobierno se ha decantado por anular ese viaje, una decisión que el Ejecutivo ha comunicado ya a los máximos responsables de las instituciones europeas.
Las fuentes del Gobierno resaltan que la cumbre europea de Tallin tiene un carácter informal y eso facilita que Rajoy pueda ausentarse de la misma, ya que en las de este tipo no se toman decisiones.
Sí se adoptan en las reuniones formales y, en ellas, si un líder europeo no asiste, no puede delegar en otra persona de su país, sino que debe hacerlo en otro jefe de Estado o de Gobierno que vota por él en el caso de que tenga que decidirse de esta forma algún asunto.