El padre de Driss y Moussa Oukabir, Saïd Oukabir, ha relatado desde la ciudad marroquí de Melouiya que "se derrumbó" tras el anuncio de la supuesta participación de su hijo en el doble atentado en Cataluña. "No mostraron signos de radicalización", ha dicho a la agencia de noticias francesa AFP.
Moussa, 17 años, fue abatido en Cambrils y su hermano Driss, de 27 años, fue detenido junto a otras tres personas en Ripoll después de los atentados en Barcelona y Cambrils, que dejaron 14 muertos y más de 120 heridos y fueron reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
"Estamos en estado de shock", ha dicho Said, con lágrimas en los ojos y rodeado de familiares, vecinos y amigos. "Ellos no mostraron ningún signo de radicalización, vivieron como los jóvenes de su edad, vestidos como ellos", ha señalado el padre.
“Moussa asistió a una mezquita en Ripoll, donde le pudieron haber lavado el cerebro“
"Moussa era un buen tipo que no lastimaba a nadie, estaba asistiendo a clases y tenía que pasar su bachillerato el próximo año. Recientemente comenzó a rezar (...) fue indudablemente manipulado", ha lamentado.
los sospechosos arrestados o muertos, algunos son de las aldeas vecinas de Melouiya en el Medio Atlas, en el centro de Marruecos, dijo un miembro de la familia bajo condición de anonimato. "Todos eran jóvenes y se conocieron en Ripoll, nadie vio nada venir".
Saïd Oukabir, también padre de tres hijas, emigró en los años noventa a Cataluña. Su hijo Driss, que pasó su infancia en Aghbala, una comuna rural a ocho kilómetros de Melouiya, tenía entonces diez años; mientras que Moussa nació en Ripoll.
También han manifestado su conmoción otros familiares de los hermanos Oukabir. "Moussa era amable, siempre sonreía, no fumaba, no bebía", ha dicho su tío.
Por otra parte, uno de sus primos ha señalado que a Moussa "le gustaba jugar al fútbol, divertirse, ligar con chicas. Él solía viajar aquí una vez al año, se suponía que iba a venir el 15 de agosto ". Pero, según este mismo primo, "en los últimos meses, comenzó a interesarse por la religión, y asistió a una mezquita en Ripoll, donde le pudieron haber lavado el cerebro".