El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha anunciado este viernes que el referéndum independentista se celebrará el 1 de octubre de este año y que la pregunta que se hará será "¿quiere que Cataluña.
De este modo, Puigdemont activa la vía unilateral al proceso secesionista sin el aval del Estado, a pesar de las advertencias lanzadas en las últimas semanas desde el Gobierno de Mariano Rajoy que este viernes ha vuelto a reiterar que no es legal.
El jefe del Govern catalán lo ha anunciado a primera hora de la mañana de este viernes, en una declaración institucional breve en el Pati dels Tarongers del Palau de la Generalitat junto al vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, justo después de que se reuniera de manera extraordinaria el Ejecutivo catalán.
Además de Puigdemont y Junqueras, también han estado presente los 61 diputados de Junts pel Sí (JxSí) -incluida la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, pero ya no el exconseller de Justicia Germà Gordó, investigado por el caso 3%, que se ha dado de baja del PDeCAT- y los 10 de la CUP, para visualizar el apoyo de la mayoría independentista al referéndum.
La pregunta del referéndum cuenta con el visto bueno de las diferentes formaciones que componen esa mayoría: el PDeCAT, ERC, Demòcrates, MES -todas ellas integradas en el grupo parlamentario de JxSí- y la CUP.
En su breve comparecencia, Puigdemont ha subrayado que convoca el referéndum "en ejercicio del legítimo derecho a la autodeterminación que tiene una nación milenaria" como Cataluña y ha asegurado que el Govern "se compromete a aplicar" el resultado que arrojen las urnas. Así, el 1 de octubre se celebrará la consulta en la que habrá papeletas "en catalán, castellano y aranés".
También se ha comprometido a "ofrecer todas las garantías y velar por la rectitud en el proceso de convocatoria y organización del referéndum", al tiempo que ha hecho un "llamamiento a los catalanes para asumir colectivametne con la máxima dignidad y diligencia el ejercicio de un derecho inalienable como es el derecho de las personas a decidir libremente el futuro de su país".
Puigdemont culpa al Gobierno de la situación
Justo antes de anunciar la fecha, el presidente de la Generalitat ha explicado cómo, a su juicio, el Govern ha llegado a la situación de convocar de manera unilateral el referéndum y se ha remontado a 2010, al momento en el que el Tribunal Constitucional suspendió parte del Estatut de Cataluña.
"Una institución constitucional politizada, con miembros caducados, comprometidos con el partido que ahora está en el Gobierno echó por tierra el acuerdo del Estatut", ha señalado en alusión al Tribunal Constitucional.
También ha culpado al Gobierno de Rajoy de haber rechazado todas las propuestas que ha presentado Cataluña para solucionar el problema que se generó entonces. "Nos preguntaron que qué queríamos. Siempre hemos presentado propuestas muy diversas, pero todas han sido rechazadas o recortadas gravemente", ha lamentado.
En este sentido, ha criticado que "todo un sistema político, social, económico y mediático -en referencia al Estado- no tenga ninguna voluntad de participar en la solución de un problema real y profundo".
También Puigdemont ha recordado que durante la cuestión de confianza a la que se sometió el año pasado ya se comprometió a celebrar el reférendum, aunque no contase con el aval del Estado, aunque ha matizado que ha tratado de acordarlo con Rajoy hasta el final. Y asimismo ha remarcado que el Parlament lo ha avalado de forma mayoritaria.
"Hemos intentado llegar a un acuerdo de manera reiterada. Teníamos la firme voluntad de negociar. Lo hemos explicado por todo el mundo: Londres, Bruselas, París, Boston, Washington y Madrid. Pero estamos llegando a final de legislatura y no hemos recibido respuesta", ha afirmado.
Junqueras defiende la vía unilateral
Por su parte, Junqueras ha defendido que el referéndum sea unilateral porque el Estado es "injusto e ineficiente", "violenta los derechos democráticos fundamentales", y niega a los catalanes "la posibilidad de que decidan su futuro a través de su voto".
En su argumentación ha aludido a los escándalos que salpicaron el final de la pasada legislatura al entonces ministro del Interior Jorge Fernández Díaz y se ha referido a él como el ministro que "buscaba crear pruebas contra dirigentes electos catalanes".
Además, a su juicio, el Estado ejerce "de forma poco adecuada sus competencias en ámbitos económiso y sociales" y "protege los intereses de unos pocos frente a las necesidades de la mayoría".
Sin aval del Estado
Precisamente, en las últimas semanas se había debatido la posibilidad de que Puigdemont acudiese al Congreso de los Diputados a exponer su plan soberanista, pero finalmente ha decidido no hacerlo.
El anuncio de la fecha llega después de que este martes el Pacto Nacional por el Referéndum, la plataforma que agrupa a partidos y entidades que abogan por una consulta pactada, asegurara que "ni avala ni desautoriza" las decisiones que puedan adoptar instituciones y partidos en un futuro, incluida la apuesta por la vía unilateral.
También los Comunes, el partido de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se ha desmarcado de la vía unilateral, al igual que Podemos, cuyo secretario general, Pablo Iglesias, apuesta por una consulta pactada.
Por otro lado, las principales entidades soberanistas de Cataluña -la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural y la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI)- ya han anunciado que celebrarán un acto de apoyo al referéndum el domingo en Montjüic, en el que el exentrenador del Barça y actual entrenador del Manchester City, Pep Guardiola, leerá un manifiesto.