Se puede decir que es una disidente, que tiene otros objetivos y que quiere diferenciarse de sus compañeros. Charo Ruiz ha abandonado la pasarela de moda Adlib para presentar su colección en solitario, una decisión con un claro objetivo empresarial.
“Tengo clientes que venden mis prendas que vienen de Nueva York y París, de Italia, de Madrid y quiero reunirlos a todos y que vean la colección entera, porque en la pasarela Adlib solo podemos mostrar una pequeña parte”, dice la diseñadora pero no contesta a la pregunta de si esta salida es definitiva o no. “Falta un año, no lo sé”.
Los estampados marcan la colección de Charo Ruiz. Foto: Ugo Camera. noticias
La propuesta se desmarca de lo visto hace unas semanas en el puerto de Ibiza. Su colección es rica en matices, más sofisticada y atrevida, y conjuga, con éxito, códigos de la moda Adlib con otros que se ven en las pasarelas internacionales de prêt-à-porter.
“Utilizo mucho tejido de voile de algodón 100% y lo combino con guipur”, cuenta. “Vuelvo a utilizar el tul, que ya estaba presente en la colección anterior, y como novedad introduzco un tejido estampado que nos han hecho en exclusiva para esta colección, un tejido que tiene mucho movimiento y mucha caída y provoca unas siluetas realmente bonitas”.
Blanco y negro, por separado, marcan la propuesta de Charo Ruiz: Foto: Ugo Camera. noticias
Dice que ha puesto toda la carne en el asador para no dejar indiferente a nadie. Blanco y negro, en contraste y por separado, marcan casi toda la propuesta, con tejidos muy trabajados y decorados con elegantes puntillas de guipur.
Las prendas juegan a tapar y destapar, a veces con sensuales transparencias y otras veces con divertidas superposiciones que aportan profundidad al conjunto.
El negro coge protagonismo en la colección. Foto: Ugo Camera. noticias
Vemos juegos florales y geometrías orgánica que decoran prendas para el baño que incluso pueden llevarse sobre el asfalto. Los largos suben y bajan de forma caprichosa en prendas que a veces juveniles y otras veces presumen de una elegante madurez.
“Está todo muy trabajado, es una colección muy pensada y cocinada a fuego lento”, dice la diseñadora. Ruiz es una de las veteranas del fenómeno Adlib, un movimiento que traspasa los límites de la moda porque es un estilo de vida.
Sofisticada y elegante, así es la nueva mujer de Charo Ruiz. Foto: Ugo Camera. noticias
La primera pasarela Adlib se hizo en 1971 y hoy, 46 años después, vive otra etapa dorada, manteniendo su esencia pero adaptándose a los cambios de la sociedad, el turismo y la moda. “Ten en cuenta que está muy arraigada a la isla y además el blanco favorece mucho cuando estás morena, ¡hace que te sientas guapa!”.
La expectación era grande, tanto por la colección como por el desfile, celebrado en el hotel Montesol, el más antiguo de Ibiza, uno de los iconos de la isla. Abrió sus puertas en 1933 y desde entonces ha sido testigo del despegue de la ciudad y de la evolución del turismo y de la moda Adlib que ha tenido ilustres huéspedes como Carolina de Mónaco y Orson Welles.“Está unido a mi llegada a la isla, en 1978, forma parte de mi historia”, recuerda Ruiz. “Me transporta a mi juventud, a las ganas que tenía entonces de comerme el mundo. Aquí nos encontrábamos todos, era el punto de reunión. Hacer el desfile aquí es algo maravilloso”.
El blanco es el tono de la moda Adlib. Foto: Ugo Camera. noticias
Muy cerquita está su tienda, un lugar por el que pasan las modelos Naomi Campbell o Bar Refaeli. Pero Charo tiene un deseo y es vestir a la reina doña Letizia. “Me encantaría, defendería muy bien mis modelos porque tiene un cuerpo increíble, aunque sí sé que ha llevado alguna cosa mía”, desvela.