¿Sabíais que el inventor de inodoro se lo ofreció a la Reina Isabel de Inglaterra? (que no lo usó porque lo consideraba demasiado ruidoso y prefirió seguir con su orinal); que el cepillo de dientes lo ideó un preso con un hueso y pelos de animal; que las primeras latas estaban hechas de hierro y para abrirlas se necesitaba martillo o escoplo; o que el inventor de la máquina de coser no la patentó para no dejar sin trabajo a las costureras. Son sólo algunas de las sorprendentes anécdotas que recoge el cómic Historias breves de objetos cotidianos (Ediciones B), de Andy Warner.
La reina Isabel no quiso usar el inodoro por ruidoso
Un libro que sigue la tradición de títulos como Historia del Universo en cómic y Qué pasaría sí… que combinan el rigor histórico con un derroche de sentido del humor para descubrirnos hilarantes anécdotas sobre los objetos que todos tenemos en casa, como el Monopoly, el Tupperware, el té, las bicicletas, los bolígrafos... o la famosa historia de la invención de los post-its, que (como ocurre muchas veces) fue fruto de la casualidad.
Destacar los estupendos dibujos de Andy Warner, un autor que trabaja para medios tan importantes como el New York Times, American Public Media o UNICEF. Y que ha sido profesor de caricaturas en Stanford. Y que consigue el perfecto equilibrio entre las interesantes historias que cuenta y los divertidos dibujos que las acompañan; y que destacan por su detallismo.
Los primeros bolígrafos causaron sensación
Redescubriendo las cosas de casa
Historias breves de los objetos cotidianos está dividido en secciones correspondientes al hogar, como el cuarto de baño, el salón, la cocina y los dormitorios, o a la calle, como la cafetería, la tienda de alimentación, la oficina, el bar, entre otros lugares.
El premiado dibujante Andy Warner derrocha sentido del humor para mostrarnos las sorprendentes historias que se encuentran tras esos objetos tan vulgares que damos por hecho que siempre han estado allí, pero cuyos orígenes nos sorprenderán.Y es que cada página esconde numerosas sorpresas.
Viñeta de 'Historias breves de objetos cotidianos' noticias
El propio Andy comienza el libro explicando que se le ocurrió la idea mientras se duchaba y pensó si habría una historia apasionante tras la alcachofa de la ducha. No fue así, pero descubrió que el cepillo de dientes si tenía detrás una historia sorprendente.
Entonces trabajó durante más de un año en descubrir las anécdotas que se encuentran tras esos objetos. Destacando que todo lo que cuenta sobre ellos es rigurosamente cierto, por increíble que parezca. Confiesa que solo añadió algunos diálogos para que las historias fuesen más divertidas.
Curiosidades sobre el microhondas
El inventor de la arena para gatos se compró una ciudad
Además, Andy descubrió otro montón de cosas sorprendentes, sobre esos objetos, que no cabían en sus historias; por lo que decidió incluirlas al final de cada capítulo a modo de apéndice.
Ahí descubriremos cosas como que el inventor de la arena para gatos se hizo tan rico que se compró una ciudad entera; que Napoleón y Wellington eran aficionados al yoyó; o que en la Alemania nazi se prohibió el Monopoly por considerarlo propaganda especulativa judía.
Resumiendo, un libro de lo más curioso que combina a la perfección la parte didáctica con la más divertida, que nos descubre muchísimas cosas sobre el mundo que nos rodea, y que es un regalo estupendo para todas las edades. Pero que recomendmos especialmente para los chavales, que aprenderán divirtiéndose.
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