El "ransomware" WannaCry ha mostrado una virulencia sin precedentes a nivel mundial, evidenciando una de las amenazas más graves para la sociedad actual, en la que corporaciones públicas, empresas privadas y usuarios particulares dependen cada vez más de los procesos informáticos. Desde el inicio del ataque el pasado viernes y hasta ahora se han identificado en el mundo más de 230.000 equipos infectados por las diferentes variantes de este virus, en un total de 179 países.
Dentro de las múltiples variedades de virus informáticos, el "ransomware" es aquel que restringe el acceso a determinadas partes o archivos del sistema infectado, y pide un rescate a cambio de levantar esta restricción. Esta modalidad de secuestro no es ni mucho menos nueva. Miles de ordenadores en todo el mundo se han infectado así desde hace años. En el caso de WannaCry, exige un pago en la moneda digital 'bitcoin' para recuperar el acceso a los datos secuestrados. Para propagarse, aprovecha una vulnerabilidad del sistema operativo Microsoft.
Aunque WannaCry únicamente ha infectado hasta ahora a redes internas de grandes empresas y entidades de ámbito público, ningún ordenador personal está a salvo de la amenaza de este y otros virus. Por ello, y para minimizar riesgos, los usuarios deben tomar fundamentalmente tres grandes precauciones:
1. Tener un antivirus instalado y actualizado
En el mercado hay muchos, con diferentes características y protecciones. También los hay gratuitos. Por ejemplo, para evitar la intrusión de Wannacry, basta con confiar en el que viene de serie con el sistema operativo Windows 10, Windows Defender, que ejerce como antivirus y cortafuegos. Por supuesto, las constantes actualizaciones son fundamentales.
2. Actualizar el sistema operativo regularmente
Muy relacionado con el paso anterior, las instalaciones automáticas del sistema operativo aumentan significativamente su grado de protección. De esta manera, se pueden corregir los agujeros de seguridad gracias a parches que impiden el acceso de códigos maliciosos. En Windows y en otros sistemas operativos como macOS, iOS o Android.
3. Ser muy precavido con los enlaces
Hay que extremar el cuidado para evitar pinchar en enlaces sospechosos, que pueden llegar al usuario bajo diversas modalidades: correos electrónicos, anuncios... En este sentido, conviene desconfiar de los archivos adjuntos en los correos electrónicos, sobre todo si el remitente es desconocido. Nunca se deben abrir si no se está seguro de su origen; e incluso si el remitente es conocido, pueden darse casos de que el virus malicioso haya sido rebotado desde su cuenta sin su consentimiento.
Otras precauciones
Puesto que los virus afectan a los datos contenidos en el disco duro del ordenador, conviene realizar regularmente copias de seguridad de los datos y archivos más importantes. De esta manera, en caso de infección, el problema se solucionará con un proceso relativamente sencillo: formateando el disco duro, reinstalando el sistema operativo y volcando los datos almacenados.