Francia cumple en 2016 con el compromiso de déficit extendido por Bruselas, al cerrar el año con una tasa del 3,4% del PIB, aunque con menor crecimiento y mayor deuda de lo previsto.
El dato de déficit supera tamién en una décima la previsión del Gobierno francés para este año, según las cifras publicadas este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INSEE), aunque mejora el 3,6% con el que acabó 2015, un valor este viernes revisado ya que oficialmente cerró en el 3,5%
El ministro de Economía y Finanzas, Michel Sapin, se felicitó por que "por tercer año consecutivo Francia ha cumplido escrupulosamente sus compromisos europeos", según un comunicado difundido por su departamento.
Los resultados suponen, sin embargo, un revés para el Ejecutivo francés en su objetivo de situarse dentro del límite del compromiso con las instituciones europeas del Gobierno francés, el 3%, que fue relajado en el año 2015.
"Respeta exactamente la recomendación"
"Con un déficit público del 3,4%, (Francia) respeta exactamente la recomendación de la Comisión Europea", subrayó Sapin, para quien "se reúnen todas las condiciones para que el déficit vuelva en 2017 debajo del 3%".
En su informe, el INSEE revisó al alza el déficit público que había calculado para 2014 y 2015, al situarlos respectivamente en el 3,9% (en lugar del 3,8%) y el 3,6% (en lugar del 3,5%) del PIB.
El crecimiento económico del 1,1% (según las últimas estimaciones), muy inferior al 1,5% previsto, lastró el desempeño de las cuentas públicas en 2016.
Al mismo tiempo, la deuda pública creció en 49.200 millones de euros y estableció un nuevo récord, al alcanzar los 2,147 billones, un 96% del PIB, frente al 95,6% registrado un año antes.